Nadie homenajea a los traidores / GUEMES Y LA PATRIA DE VALIENTES

Nadie homenajea a los traidores / GUEMES Y LA PATRIA DE VALIENTES

Hoy el enemigo es un virus y la guerra es contra la pandemia. Las clases populares combaten, se cuidan y cuidan. Mientras que las clases altas y pobres imitadores, cautivos de sus codicias y egoísmos, son “Caballos de Troya”. De tal modo avanza la enfermedad y la muerte. Así mataron al gobernador y general Martín Miguel de Güemes.

 

Don Martín, héroe gaucho. El primer gobernador y general muerto en combate. En realidad, víctima de sus propios coterráneos, aliados a la invasión.

En la actualidad, los héroes son quienes se cuidan de la pandemia y protegen a los demás. Los traidores, de rostros variopintos, aunados por la codicia, el egoísmo, el placer personal.

Paradójicamente, Martín Miguel Juan de Mata Güemes tenía todas las condiciones para ser un “niño bien” y dedicarse a continuar los redituables negocios familiares en Salta. Su padre era funcionario real y su madre provenía de una familia tradicional.

De niño, aprendió de los peones las labores rurales y se hizo avezado jinete. Jovencito eligió la carrera militar y por su coraje, arrojo y estrategia se distinguió al atacar y capturar con su cuerpo de caballería la fragata inglesa “Justine”.

Al comenzar la Revolución de Mayo de 1810, Güemes fue trasladado al Norte, teniendo una destacada actuación en la batalla de Suipacha, primer triunfo de la lucha patria.

 

Pueblo

Más del ochenta por ciento de las tropas de Güemes eran gauchos, hijos de la tierra, sin uniformes, cargos, ni armamento. Para la milicia oficial, eran delincuentes. Como sostuvo el historiador Felipe Pigna, de no ser por ellos, la frontera argentina terminaría en Córdoba.

Estos gauchos – entre las miserias del trato patronal y la masacre de la guerra – fueron inspirados por un patrón distinto: Don Martín. Quien iba al frente de ellos para luchar. Compartía las penurias de combates y alegrías de fogones y guitarreadas. Líder en el ejemplo.

La lucha de Güemes fue el fruto de la estrategía de los generales José de San Martín y Manuel Belgrano, enfrentados a la elite porteña y local. Martín Miguel, para luchar y sumar combatientes, implantó el “Fuero Gaucho”, que significó comida y recursos a quienes peleaban. Esto causó el repudio de las clases altas a su gobierno. Además de acusarlo de quitarles mano de obra (feudal o esclava), dijeron que les expropiaba sus tierras. Don Martín les dijo a sus guerreros en harapos que la tierra era de quienes la trabajaban y combatían por ella.

Güemes enfrentó siete invasiones provenientes de Lima, derrotando a generales que habían derrotado a Napoleón. Con hombres y mujeres del pueblo.

Mientras San Martín liberaba Chile y Perú, con la contención de la “Guerra Gaucha”, las elites comerciales y políticas salteñas conspiraban, no para la independencia, sino para hacer negocios y lograr  influencias.

Reconquista y traición

A fines de Mayo de 1821, con el apoyo decisivo de sus Gauchos, Güemes retomó el poder político en su provincia natal. Sus opositores, internos y externos, el 7 de junio de 1821, con una partida realista liderada por José María Valdés (oficial salteño al servicio del Rey de España)apoyado por vastos sectores de la elite salteña, entraron en la ciudad de Salta.

A traición, por la espalda, hirieron de muerte a Martín Miguel, en la intersección de las actuales calles Balcarce y Belgrano de la capital salteña.

Murió el 17 de junio de 1821.

El es inmortal. Nadie homenajea a los traidores. Apenas murieron con sus pobres fortunas.

 

 

 

 

 

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