La peste y la juventud / TRISTEZAS DE PRIMAVERA

La peste y la juventud / TRISTEZAS DE PRIMAVERA

El día más esperado por estudiantes, adolescentes y jóvenes, este año verá aniquilados los festejos, debido a la pandemia de Covid 19. Y, con la masividad de contagios y muertes, el regreso del aislamiento. Con un sistema sanitario al borde del colapso, y el personal de salud y de seguridad agotado.

 

Con la piel encendida, todos, todas, fuímos adolescentes. Necesitando como el aire los contactos, encuentros, bailar y cantar, sintiendo los cosquilleos amorosos como flores despertándose. Aprendiendo a ser. Los picnic como excusas para buscar y encontrar miradas, labios, canciones.

Toda la vida es la amistad, amores tempestuosos, dulces romances de estación.

Hoy, un enemigo invisible, la peste. Ni siquiera dejó libre esa etapa tan confusa como maravillosa del secundario. E hirió de muerte las floridas ilusiones de quienes están en el último año, ahogando las juntadas, presentación de camperas, sin viajes de egresados a Bariloche, Porto o Córdoba, ni la fiesta final.

Llegó el 21 de septiembre en plena curva vertical del virus cruel. Sandwiches de milanesa y guitarras se postergan. Pero chicas y chicos quieren salir, ir al boliche, hacer el picnic. Entonces, entre las ganas de juntarse y los miedos. A contagiarse y contagiar.

 

Reuniones peligrosas

Con el regreso de la temida Fase Uno a Salta, la esperanza de los festejos del Día de la Primavera y la Juventud quedaron sepultados.

En toda la Argentina habrá controles policiales para evitar los encuentros estudiantiles y juveniles. En la Ciudad de Buenos Aires – en donde disminuyeron los casos -se permitirán reuniones al aire libre, con un máximo de diez personas. En la ciudad de Salta la prohibición es total.

Tal como advirtió Norte Social, las juntadas durante los días del Amigo y del Niño – además de las protestas opositoras y fiestas clandestinas, condujeron al estallido de contagios y fallecimientos.

Empero, cabe resaltar que – si bien no hay datos estadísticos – las fuentes sugieren que no fueron los chicos los peores violadores de la cuarentena, sino los mayores. Quienes deberían dar el ejemplo.

 

RESPONSABLES

Durante la secundaria se vive una etapa caracterizada por el fin de la niñez, con la seguridad del mundo familiar, y los temores de la complejidad que suponen las obligaciones del mundo adulto. Tal como advirtieron profesionales de salud mental, para chicas y chicos, el aislamiento, el quedarse en casa, significan mayores frustraciones, tristezas, situaciones de angustia y depresión. Sin embargo, parecen los más responsables.

 

SINDROME DEL PIJAMA

Trasnochan, en sus hogares, más de lo habitual. Sin horarios ante la disrupción de la vida cotidiana que impuso la cuarentena. Gran parte de los estudiantes, niños y adolescentes están todo el día vestidos de forma tal que no se sabe si se van a dormir o se acaban de despertar. Se llama el “sindrome del pijama”. Yendo de la cama al living.

 

LADRONA Y ASESINA

Nayra contó, acerca del último año de la secundaria: “y si, todo era perfecto. ¡Fue hermoso!”,  La gran mayoría, cuando estábamos en “quinto”, sentíamos que todo el el mundo y el futuro estaba abierto, que era nuestro. Nos sentíamos indefensos e invencibles, minúsculos y gigantes, dispuestos a toda aventura. Hoy la peste es ladrona y asesina.

 

 

 

 

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