En democracia, y en la República Argentina, “nadie debería pasar hambre”. Es la primera obligación del gobierno, de la orientación doctrinaria que sea. Comer aceptablemente cuesta como en Europa. Pero allá, mínimo, cobran diez veces más.
- Sofi, ¿cuánto esta el kilo de papa? – preguntó una vecina en el almacen de las “Cinco esquinas”, en Villa San Antonio.
- 550 pesos el kilo; 650, sueltas.
- Dame 3 papas…
“El pedido del pan de cada día es un clamor de justicia”, es el título del reclamo de la iglesia católica argentina. Lanzado el lunes 5 de febrero.
La Conferencia Episcopal Argentina enfatizó: “en nuestra patria nadie debería pasar hambre, ya que es una tierra bendita de pan. Sin embargo, hoy, a cientos de miles de familias se les hace cada vez más difícil alimentarse bien”
La decepción, bronca y hartazgo hacia el gobierno de Alberto Fernández tuvo a los precios – y su distancia con los ingresos – como principal motivo. En enero de 2023, con mil pesos diarios, una persona comía. En febrero de 2024, necesita $ 3.500.
Dijo la iglesia: “Lo siente claramente la clase media trabajadora, los jubilados y aquellos que no ven crecer sus salarios. También todo el universo de la economía popular, donde prácticamente se trabaja sin derechos”
Aunque sea una obviedad expresarlo, alimentarse saludablemente es esencial para vivir. Esto no es una opinión, la cual puede ser aceptada o rechazada. Comer poco, salteado, mal, significan carencias en el organismo, baja de las defensas inmunológicas, dificultades para estudiar y trabajar, enfermedades, acercarse antes a la muerte.
En el caso de niños y adolescentes, condena a la marginación.
Privados
“Ante este escenario de trabajo sacrificado y de bajos ingresos, las familias se privan de muchas cosas. Por ejemplo, una mamá puede privarse de tomar un colectivo y camina para ahorrar, pero de ninguna manera puede no darle de comer a sus hijos. Es decir, la comida no puede ser una variable de ajuste”, describió la Conferencia Episcopal Argentina.
Desayuno, almuerzo, merienda, cena. Condiciones básicas para la vida. Echar culpas nada soluciona
En dos meses del nuevo gobierno nacional, los precios de la comida se han acercado a valores internacionales. Por ejemplo, aproximadamente, a los de España. Excelente noticia para empresarios, productores exportadores, formadores de precios. Algo similar para los proveedores de servicios, desde la luz a Internet.
El problema es para quienes viven de su ingreso fijo, como trabajadores. En la Argentina, los datos oficiales (pálidos reflejos de la realidad cotidiana) informan que sólo para comer una persona necesita casi $ 85 mil. Convirtiendo este valor a la moneda europea, son 68 euros. En España, comer significa por persona alrededor de 90 euros.
En Salta, un sueldo registrado promedio ronda los 350 mil pesos. Quienes lo reciben son privilegiados. Pues la mitad de la población trabaja “en negro”, cobrando aproximadamente $ 120 mil.
Trasladando estos ingresos a euros, significan 280 y 96, respectivamente. Entonces, para quienes están “en blanco”, la comida representa el 24,28 %. Y para los ninguneados, 70 %. Pero además de comer, hay que pagar luz, gas, agua, impuestos, transporte, casa, internet, teléfono.
La penosa, escandalosa diferencia es que el salario (bajo) en España ronda los 1500 euros. Comer en la nación europea significa el 6 % de los ingresos.
En democracia y una república, trabajar significa comida, vida sencilla, honesta, digna; ahorro, casa, entretenimiento, darse algún gustito; un autito, vacaciones, educación y salud de calidad.
En Argentina, comer es una angustia y penuria cotidiana.
VIOLENCIA
“La variable de ajuste no es el salario, es la existencia misma del trabajador”
Guillermo Pérez Sosto. Instituto Torcuato Di Tella.
LA EXCEPCIÓN
El presidente Milei dijo que su programa económico y político es la única alternativa. Por lo tanto, inevitable el brutal ajuste. Está legitimado por las elecciones. Y si ganó es por el fracaso de un gobierno peronista.
La oposición se manifiesta en protestas, resistencia, críticas. También justas y legítimas. Pero brillan las ausencias de ideas, propuestas, alternativas. Pese a los 133 años de existencia de la Unión Cívica Radical, los 132 años del socialismo o los 79 del peronismo. ¿Doctrinas?, apenas nostalgias.
La excepción es la confrontación entre los modelos ideológicos y de gestión de Milei y el del gobernador reelecto de Buenos Aires, Axel Kicillof.
VERGÜENZA
En España, un trabajador con un sueldo bajo cuenta con 50 euros por día. En Argentina, un laburante en negro subsiste con 3,2 euros diarios. Un plato de milanesa con papas y huevos fritos significan cuatro días de trabajo.