Cuando la fiscal Verónica Simesen de Bielke acusó al comisario Walter Mamaní por delitos contra los derechos humanos, aparentemente comenzaron oscuras maniobras para ayudarlo. Desde 2011, con el crimen de las francesas, el policía pareciera tener el papel de un villano al servicio de poderosos.
“¡Cómo molesta cuando se investiga en serio!“, publicó en las redes sociales la fiscal de Derechos Humanos de Salta. Su jefe, el Procurador Abel Cornejo la respaldó y, entrelíneas, habló de vinculaciones entre el narcotráfico, el poder político y el judicial en el sur provincial.
A mediados del año pasado, Walter Mamaní – comisario de la subcomisaría de El Dorado (Apolinario Saravia) – persiguió en patrullero al auto conducido por Luciano Diez, efectuando disparos, hasta que fue detenido. Sin motivo. El joven es hijo de Iris Waidelich, propietaria de la empresa de comunicación de TV 5, en Apolinario Saravia.
Las aparentes irregularidades llegaron hasta la Fiscalía de Derechos Humanos. Simesen de Bielke procesó al policía y avanzó investigando al auxiliar fiscal Sergio Dantur. Inesperadamente, una orden judicial apartó de la causa a la fiscal. La resolución fue dictada por el juez Luciano Martini, de la Sala I del Tribunal de Impugnación.
El 23 de diciembre, la fiscal penal Mónica Poma desestimó y archivó el embate judicial contra Bielke. Sin embargo, las idas y venidas de papeles fue mucho más que un formal intercambio de tecnicismos. Dejó crudamente expuesto el enfrentamiento entre el Poder Judicial y la Procuración. Como así también algo gravísimo: las sospechas de oscuros manejos por parte de políticos y jueces para mantener e incrementar turbios intereses.
Zona caliente
En absoluto se trata de una retorcida interpretación periodística. Sólo en las últimas semanas quedó en envidencia por parte del mismo Procurador Abel Cornejo. Publicó en su sitio Web: “Los hechos ilícitos se cometen de una forma más sofisticada que antes. Hay grupos corporativos que quieren mantener ciertas prácticas antiguas. El departamento es el corazón productivo del futuro económico de Salta. Se hicieron inversiones millonarias en materia de tecnología agropecuaria. Pero sabemos que hay problemas muy serios, que el narcotráfico está avanzando y que la frontera se corrió 300 kilómetros al sur. Cuando a los fiscales les cuesta avanzar, los poderes del Estado tienen la obligación de analizar qué está pasando. No podemos ignorar esto“, expresó Cornejo.
Asi también sostuvo Bielke: “En esta zona del departamento de Anta nos cuesta muchísimo investigar. En la causa de Mamaní tuvimos un montón de trabas, de presiones políticas. Me amenazaron y dijeron que algo iba a pasar. Sufrimos una serie de embates a los que les debimos hacerle frente. Esta es la situación actual“, sostuvo Simesen de Bielke. Y agregó de manera tajante: “En esta zona circulan muchos camiones desde Paraguay y Bolivia, y es fuerte la presunción del tránsito de droga”
AL SERVICIO DE…
Durante la investigación del crimen de las dos turistas francesas, en 2011, Walter Mamaní trabajaba en la División Delitos contra la Propiedad de la Policía. Y fue pedido como investigador. Luego de que más de cien personas -entre ellas peritos, bomberos, policía, y hasta el juez – rastrillaran la zona donde fueron encontrados los cuerpos de las jóvenes masacradas, incluso usando detectores de metales, sin hallar nada, Mamaní descubrió dos vainas. Coincidentemente, estas coincidían con un arma calibre 22 “encontrada” en la casa de uno de los acusados (Daniel Vilte) adonde el comisario llegó por una supuesta denuncia acopio de robos. Todo se comprobó armado.