Cuando nadie se ocupaba del trabajo informal, el dirigente social argentino Juan Grabois fundó el Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE) y la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP). Están integradas por las periferias y marginalidades sociales y económicas. A tono con la línea pastoral del papa Francisco.
“Hablamos de opresores y oprimidos, pero no nos basta. Luego añadimos incluidos y excluidos, y no nos basta. Hoy tenemos que añadir otro matiz, gráfico y duro: los que caben y los que sobran…” (Jorge Mario Bergoglio) Desde que el cardenal argentino se convirtió en el papa Francisco (marzo de 2013), uno de sus ejes doctrinarios fue la atención en los excluídos de la economía y la sociedad. Llamó a esto las “periferias” geográficas y existenciales.
Ideas semejantes -tanto académicas, sociales como espirituales- escribe, exprese y pone en práctica Juan Grabois. “La contradicción fundamental en nuestra sociedad es cada día más clara: están los que caben y los que sobran. Los integrados y los excluidos… Son poetas sociales, ganándose la vida desde la exclusión, con creatividad, protagonistas de la economía popular”, describió (Trabajo y organización en la economía popular, 2015; The Emergency of the Socially Excluded. Pontifical Academy of Sciences. Vatican City 2013. www.pas.va/content/dam/accademia/pdf/sv123/sv123-grabois.pdf)
Entonces, no es casual que el joven abogado fuese designado miembro del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral del Vaticano, considerado el “ministerio social y ambiental” de la Iglesia Católica. Los dicasterios son los organismos integrantes del gobierno eclesial, que asesoran a la Curia y al papa Francisco.
El nombramiento de Juan Grabois en la dirección vaticana apunta a la implementación de la doctrina social de la Iglesia, fundamentalmente al contenido de la encíclica “Laudato si, sobre el cuidado de la casa común”. La idea central de esta se refiere a la necesidad de cambiar urgentemente el sistema social, económico y político en que se desenvuelve el mundo, que es la real causa de la degradación ambiental y humana.
Cristiano y peronista
La mayoría de los medios considera a Grabois un dirigente social vinculado al peronismo kirchnerista. Sin embargo, la etiqueta es mezquina. El es tanto un cristiano católico como un académico sólidamente formado en ciencias sociales. La doctrina social de la Iglesia Católica y los principios del Justicialismo original constituyen su ideario.
De tal modo, describe: “El trabajo asalariado ha dejado de ser la relación social predominante del sistema capitalista. La globalización excluyente ha llevado la injusticia social a tal extremo que ser explotado en las condiciones legales vigentes parece ser un verdadero privilegio” Y también enfatiza: “Para los cristianos, el Reino de los Cielos es la forma en que la Biblia llama a ese estado de justicia, paz y hermandad que debería reinar entre los hombres después de la vuelta de Jesús. Esto no quiere decir que debamos quedarnos de brazos cruzados hasta que eso suceda. Dios nos convoca a empezar a construir esta justicia aquí y ahora”
Desde esta concepción, se metió en un espacio que las organizaciones políticas y sociales dejaban de lado. Informales. Y redefinió: “economía popular es, en primer lugar, la economía de los excluidos, pues está conformada por todas las actividades que surgieron como consecuencia de la incapacidad del mercado para ofrecernos a todos un trabajo digno y bien remunerado como obreros en una fábrica o empresa”
CRITICAS QUE MOLESTAN
Para el oficialismo, Grabois es complicado. Para nada complaciente con el oficialismo, molestan sus críticas y acciones. El señala la omisión del Estado en cumplir la demanda constitucional: “El trabajo en todas sus formas gozará de la protección de las leyes”. De tal modo denuncia, “Así, se priva a este inmenso universo de trabajadores –al menos 5 millones en la Argentina– de los derechos más elementales: la sindicalización, un ingreso mínimo, cobertura de salud, jubilaciones dignas, aguinaldo, seguro contra accidentes personales, licencias laborales, vacaciones, y otros tantos derechos conquistados por el movimiento obrero durante siglos de lucha”
Y con humildes obras asegura: “Nuestro sueño es un país sin miseria, explotación, ni exclusión social; sin violencia, ni drogas, ni alcoholismo; con vivienda, salud, educación, deporte y cultura para todos; con una patria grande, libre, justa y soberana donde pueda florecer el hombre nuevo… orientado al bien común, donde haya una sola clase de hombres (los que trabajan), donde ante cada necesidad exista un derecho y donde los únicos privilegiados sean los niños, los ancianos y los discapacitados”
CON LOS EXCLUIDOS
Juan Grabois nació en San Isidro, Buenos Aires, el 23 de mayo de 1983. Es abogado y licenciado en Ciencias Sociales, docente universitario, escritor, académico, y dirigente social argentino. También fundador y referente del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE) y de la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP). Trabaja como docente de Teoría del Estado en la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires y de la Escuela Nacional de Organización Comunitaria y Economía Popular (ENOCEP)1 de la Universidad Nacional de General San Martín.
muy buen perfil!
¿El de Grabois o el escrito?