El joven muerto era conocido, en la zona y por la Policía, como “Dolver”. Quién le disparó es un jubilado de 72 años, “cansado” de que le robe.
Quince denuncias por robos en su casa habría hecho el vecino de Villa Lavalle, comentan. “Si lo hubiese matado dentro de su casa, distinta sería la cosa”, deslizó alguien cercano en el barrio, expolicía.
Sebastián Chaile, de 28 años, también oriundo de la popular barriada, fue baleado el miércoles 10 de abril en la calle Río Lavayen, casi esquina Río Chicoana, en Villa Lavalle (Ciudad de Salta)
De acuerdo a las averiguaciones de Norte Social, el hombre mayor vio a “Dolver” cerca de su casa, buscó una pistola, le increpó que estaba harto y le disparó dos veces al pecho. Está preso, acusado de homicidio calificado.
Ante la Justicia decidió callar. Quienes lo conocen, lamentan, pero justifican la “justicia por mano propia”
Inseguridad
Legalmente, nadie puede ejercer justicia por su cuenta. Quien es víctima de un ataque delictivo tiene a la Policía, fiscales, tribunales para la reparación del daño sufrido.
Sin embargo, tales instituciones no satisfacen a los sufrientes. Ladrones que salen libres a los pocos días, condenas condicionales, amenazas… Como menores delincuentes, a veces dirigidos por mayores, que se engolosinan con personas solas, adultos mayores, niños, mujeres, laburantes.
Y en los barrios más humildes, la inseguridad es cotidiana.
“´Dolver´” era conocido; varias veces ya lo había asaltado al abuelo, y así como entraba a la cárcel, salía”, contó una vecina de Villa Lavalle. “Yo no lo justificó, está mal matar a quien sea, pero, que se yo…”, comentó Delia.
La inseguridad se dirime entre pobres contra pobres.
CANSADO
El abuelo, tras matar al presunto ladrón, esperó en la vereda la llegada de la Policía. “Es un buen vecino. Cuando llegó la policía, él mismo entrego el arma y dijo que estaba cansado de que ese chango le robe”, contó un vecino de Villa Lavalle.