Roberto Bejarano, de 47 años, y sus hijos Roberto (28) y Santiago (23) fueron detenidos como sospechosos de haber participado del brutal homicidio. Los tres viven en la calle Pedro Velázquez, en el barrio Vicente Solá de la ciudad de Salta.
Durante el jueves 6 de octubre, los investigadores realizaron allanamientos en distintos puntos de la ciudad. Y el viernes 7 a la madrugada detuvieron a Roberto Catalino Bejarano y sus hijos Santiago Ismael y Roberto David. Los procedimientos fueron realizados por personal del CIF (Cuerpo de Investigadores Fiscales) y sabuesos del Grupo de Investigaciones Sector 2. Están incomunicados, a cargo del juzgado de Garantías número 6.
Durante la imputación (homicidio calificado), estuvieron representados por una defensora oficial. Ninguno de los acusados declaró.
Darío Esteban Monge, 40 años, supuesto empresario y asesor político de Salta, fue hallado muerto la mañana del sábado 3 de septiembre. En una calle de tierra poco transitada del barrio El Círculo, cerca de la ruta a La Isla.
Unos chicos que jugaban en el lugar vieron, tras los vidrios de una Ford Eco Sport, la cabeza ensangrentada del infortunado. Los pibes le contaron a un vecino, y éste llamó al 911.
Al llegar los efectivos, se espantaron al ver a un hombre con la cabeza estallada por balazos y el cuerpo ensangrentado. La violencia en el cuerpo y los cinco balazos daban cuenta de que no se trataba de un hecho criminal más.
Sin piedad
Monge fue brutalmente golpeado, sus ropas desgarradas, acuchillado, aparentemente, degollado. Luego baleado en la cabeza y rostro.
Sólo con un corte o puñalada en zona vital, se causa la muerte. Lo mismo con un disparo. En cambio, al asesor, intencionalmente, recibió inhumanos sufrimientos.
Paradójicamente, Monge portaba siempre un arma de fuego. Supuestamente, debido a las peligrosas tareas de sus trabajos, para seguridad y defensa personal. De tal modo, vale sospechar que la víctima habría sido interceptada, amablemente, por personas conocidas. De lo contrario, se hubiera defendido. Cuando advirtió que no venían como amigos, ya fue demasiado tarde.
Darío Monge recibió un castigo descomunal. Violencia extrema, aplicada despiadadamente por los sicarios.
ORGANIZACIÓN
En el asesinato habrían participado más de dos personas. Asimismo, la mortal paliza indicaría que castigos y ejecución se cometieron en otro lugar. El vehículo con el cuerpo pudieron ser “plantados” en el lugar del fatal hallazgo.
MENSAJES
El brutal crimen de Darío Esteban Monge sería obra de una organización criminal narcotraficante. Encargado por los jefes narcos. Sin embargo, torturas y ejecución no sólo perseguían dañarlo hasta la muerte. Sino también, enviar mensajes al entorno de la víctima.
LA VISITA
El 1 de junio de éste año, Darío Monge se entrevistó, en el penal de Orán, con Oscar Alejandro “Cabezón” Díaz. Ni más ni menos que un sujeto acusado de ser un sicario, en Orán. Quién, dicen, cobraba 80 mil dólares por matar. Para lograr la visita, Monge mintió diciendo que era abogado y funcionario del Ministerio de Seguridad y Justicia de Salta.
LA AUTORIZACIÓN
Según el director general de Políticas Penales de la provincia, Ángel Sarmiento, el encuentro fue posible merced a una expresa autorización del entonces secretario de Seguridad de la Provincia, hoy secretario de Gobierno de Bettina Romero, Benjamín Cruz. Sarmiento está imputado por haber dado información a la prensa.
HORROROSO SELLO
La mañana del primer sábado de octubre, en un camino rural de Pichanal, un peón halló el cuerpo mutilado de “Kino” Pablo César Almaraz (41). Tenía las manos atadas a la espalda y estaba sin cabeza. El hombre era un pequeño productor rural.