“Una de las mejores cosas de la vida es que debemos interrumpir regularmente cualquier labor, y concentrar nuestra atención en la comida”. Lo dijo el tenor Luciano Pavarotti. Y un lugar para concentrarse en lo mejor es en José Balcarce.
Por Stephanie Tiemersma y Dario Illanes (La Agencia Producciones)
Y ya que mencionamos al italiano, recordaremos una frase de esa tierra: “Años, amores, y copas de vino, no se deben contar nunca”. Stephanie y Dario desafian un poquito lo anterior. Pues comer en el bistró de Mitre y Necochea debe contarse.
La señorial casa de Mitre y Necochea – de fines del siglo XIX – perteneció a Juan Botelli Bassani, padre del artista salteño Juan Botelli. Tales iniciales están forjadas arriba de la puerta, en la fina herrería de entonces.
Nos recibió una simpatiquísima Sabrina Defrancesco. Quien nos condujo a la mesa que nos habían reservado, al lado del ventanal al frente del Seminario Mayor de Salta. Enero. El calor del mediodía salteño desapareció en la frescura del salón.
Kike, el encargado de la barra, llegó con una jarra helada y nos sirvió agua helada macerada con rodajas de naranja y pepinos. Sabrina, luego, con los apetizers de recepción, una salsita suave y panes (propios) apenas tostados.
También la carta. Variada en propuestas deliciosas, como en bebidas. Pero la intención era probar los menúes.
Los sabrosos pasos
Con carne, o vegetarianos. En “dos pasos”: entrada y plato principal. O en “tres pasos”: entrada, principal y postre.
Primero, las copas se llenaron con un torrontés Almandino, de Cafayate. Año 2021. Se presenta con un amarillo brillante, con matices plateados. En nariz, frutado y floral. Notitas cítricas, de duraznos y rosas. Y en la boca, una equilibrada combinación intensa y fresca.
Y a continuación, las “Entraditas” A Stephanie, unas generosas albondiguitas de conejo (de Chicoana) en salsa de mostaza. A Dario, tostones de plátano verde con criollita de naranja. Cada bocado, una preciosa sensación.
Luego, los platos principales. A ella, lomito de cerdo a la chapa: gel de locoto y miel de caña; ragout de calabaza y rúcula dulce. A él, hamburguesas caseras, gratinadas; mousse de papa y hojas verdes.
Las carnes, a punto, sutiles, delicadas. Y las compañías, armonizando en colores, sabores, texturas, delicias.
Con un maridaje adecuado: Malbec, llamado “Mala traza” El impactante nombre describe a un tinto salteño recio, de entrada vigorosa. Ternuras de ciruela, para llenar la boca con final frutado.
Dulzuras
Ambos no pudimos concluir nuestros platos. Deleitados, satisfechos. Pero sería insultante rechazar el postre. Mousse helado de mango y jengibre. Apenas describe la exquisitez. La bola amarilla acompañada de frutillas y trocitos de la fruta tropical. Cubierta discretamente de chips de chocolate y hojita de menta.
Cerrás los ojos y sonreís…
El eximio artista español Joan Miró dijo: “Un cocinero se convierte en artista cuando tiene cosas que decir a través de sus platos, como un pintor en un cuadro”
En José Balcarce, la cocina son encantos expresados en armonía, creatividad, felicidad, belleza, poesía, complejidad, magia, humor, cultura, seducción. O lo digamos de un modo más de la calle: en cualquier lugar, con hambre, te parece estupendo el primer bocado de lo que sea que te sirvan. Pero sólo chefs como Sol o Matías te hacen disfrutar hasta el último bocado.
PRIORIDADES
“No se puede pensar bien, amar bien, dormir bien, si no se ha comido bien”
(Virginia Woolf)
PROPUESTAS
Calidad gourmet, combinando sabores autóctonos e internacionales. Exquisita atención, accesibles precios. Excelente.
El menú contempla:
- Servicio de mesa (cubiertos)
- Apetizers de recepción
- Paneras
- Agua mineral, soda o limonada
Dos pasos: $ 2.200
Tres pasos: $ 2800
José Balcarce
Necochea y Mitre.
Reservas: (whatsaap) 3874211628
Este video es imperdible:
Un lugar intrigante!! Me impresionaron .el plato de conejo y el mousse de mango con gengibre A la brevedad los visitaremos
Recomendamos!