DIQUE LAS LOMITAS: DESCARTARÍAN HOMICIDIO

DIQUE LAS LOMITAS: DESCARTARÍAN HOMICIDIO

Combinación fatal: Tormenta y frío en la madrugada; Día de los Enamorados; auto cerrado con calefacción prendida; encuentro íntimo; desperfecto mortal; asfixia con gas. Todo esto se mezcló y  habría causado las muertes de los jóvenes Juan Guantay y Pamela Arias.

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 Pese a sospechas y trágicos trascendidos, no fue asesinato ni femicidio y posterior suicidio; no hubo droga ni narcotráfico; tampoco pacto suicida de una pareja. La investigación judicial se encaminaría a determinar que las muertes del chofer Juan Guantay (23) y la médica Pamela Arias (33) fueron consecuencia de la aspiración de gases tóxicos. Producto de una falla automotriz.

Alrededor de las 22 del lunes 13 de febrero, el muchacho salió de su casa en la ciudad de Salta, diciendo “ya vuelvo”. Ascendió a su Chevrolet  Astra, color azul. En ojotas.

En esos momentos llovía en varios puntos de la ciudad. El joven habló con su hermana alrededor de las 23.30, diciéndole que andaba por la calle San Juan. Supuestamente, solo.

El contacto con Guantay se perdió aproximadamente a las 2 del martes 14. Día de los Enamorados. En ese momento caían  baldes de agua desde el cielo.

Juan apareció la siesta del miércoles 15 en el estacionamiento del dique Las Lomitas. Dentro de su auto, vestido y calzado como salió de su casa. Pero muerto. Acompañado de su compañera de trabajo en la minera: la joven médica Pamela Arias. También sin vida.

 

Desconfianza

Desde hace algún tiempo, las muertes misteriosas, muchas aún impunes, o relacionadas con el narcotráfico han sensibilizado a la sociedad salteña. La muerte a balazos de una pareja, hace pocos años, en la Circunvalación Oeste, la desconfianza en la Policía y la Justicia (sean fiscales o jueces) lograron que, ante un hecho trágico, se piense primero mal. Cunde la desconfianza. Incluso ante condenas.

En este caso,  hubo datos que habrían sido inicialmente malinterpretados. Salir en auto, de noche, bajo la tormenta. Calzado con ojotas. Encuentro con la compañera de trabajo. Vaso sobre el techo del auto. Vehículo con ventanillas cerradas. Una pareja en el interior, aparente e inusualmente dormidos. Desagradables olores a descomposición al abrir el automóvil.

Sin embargo, la autopsia reveló que no había disparos, golpes o puñaladas en los cuerpos. Como tampoco señales de consumos de sustancias prohibidas.

 

FISCAL SIMESEN DE BIELKE

MAL FUNCIONAMIENTO

De acuerdo a fuentes cercanas a la investigación judicial, las muertes se habrían producido por respirar aire contaminado. Dentro del automóvil.

Aparentemente, la calefacción o la combustión por nafta pudieron producir monóxido de carbono. Si a esto le sumamos que debido a la tormenta los vidrios estaban cerrados, sería inevitable la mal llamada “muerte dulce”.

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