“Ojo por ojo”. Quien fue herido siente legítimo devolver del mismo modo. Entonces, “Esperá de mí lo que he recibido de vos” Y la violencia continúa. Gandhi afirmo: “ojo por ojo y el mundo acabara ciego”. Enunció lo mismo que Jesús. La venganza, a todos mata.
Es difícil perdonar. Pues los dolores fueron sentidos y aún se sienten. Por eso se llaman también “resentimientos”.
Y perdonar es una decisión, es voluntad, no sentimiento.
Algo revolucionario. Base del pensamiento cristiano y humanista. Planteado hace más de dos mil por Jesús, cuando enseñó la oración fundamental, el “Padre Nuestro”, dirigida a Dios: “Y perdona nuestras ofensas, así como nosotros perdonamos a los que nos ofenden”
O sea, para cristianos, pero también para humanistas, nada pueden esperar de Dios si no perdonan.
No existís
Cumpleaños, nacimientos, casamientos, fallecimientos, fiestas, viajes, son momentos importantes en los cuales se manifiesta el “ojo por ojo”. Se supone la manera “civilizada” de comportamiento en represalia ante heridas viejas. Disimulando broncas y resentimientos. Es el “ninguneo”
Ignorar, suprimir, anular la existencia y presencia de otra persona. Ningunear proviene de “ninguno”, de “nada”. Ningunear es que no hay nadie. Esa persona no existe. Es ignorada. Desaparece.
Aunque no haya agresión física, es una crueldad autojustificada. Violencia simbólica, moral, psicológica. Es matar socialmente.