Así comunicó el astronauta Jack Swigert al Centro Espacial Johnson en Houston, tras una explosión en la nave hacia la luna. Y pareció decir la Selección Argentina, luego del gol de Ecuador. Empate. A penales.
Así lo sufrió y narró Carlos Franco, director de FM Municipal Vaqueros (100.1):
“Una apuesta arriesgada con un Leonel Messi fuera de condiciones para este enfrentamiento ante un Ecuador que no se desesperó en ningún momento, y la tejió suave.
Aún luego de errar un penal, pero con ímpetu y huevos, consiguió el empate esperado sobre el final del partido. Ante un seleccionado argentino lamentablemente desorientado en partes del segundo tiempo.
En instancias de los penales, dos países con el aliento contenido. El primer tiro golpeó el travesaño de un10 decepcionado. Salvó el “Dibu”, poniendo tranquilidad con una atajada magistral. Sumó entonces la “Araña” Álvarez el primer tanto.
Y ahí nomás, como todo argentino, una segunda atajada impresionante del “Dibu”. Mostrando que es el mejor arquero del mundo. Luego, Alexis la clavó como nos tiene acostumbrados, deteniendo el tiempo y poniéndola en el lado opuesto que eligió el arquero.
Ecuador metió el primer penal; y en el cuarto tiro,” Cachete” Montiel convirtió al estilo barrio, como diciendo: “¿se acuerdan de la final del Mundial?”
El ecuatoriano Caicedo descontó. Pero Otamendi, con el rostro pétreo de un profesional, nos hizo gritar a todos: ¡¡¡GOOOOOOOOOOLLLLL!!!
ESTAMOS EN LA SEMIFINAL.” Carlos Franco
LA COMPASIÓN DEL HÉROE
Tras la victoria por penales de la Selección Argentina, merced al arquerazo albiceleste, fue el desahogo y festejo en la cancha.
Pero el “Dibu” Martínez advirtió a su colega ecuatoriano, Alexander Domínguez, abatido, en cuclillas, lagrimeando El portero argentino dejó a sus compañeros y se acercó al desconsolado arquero rival. Lo abrazó y alentó, compasivo.
Inmenso en los palos. Como de corazón.
“LA GENTE SE LO MERECE”
De humilde familia, Damián Emiliano Martínez nació el 2 de septiembre de 1992 en Mar del Plata. Hijo de Alberto, fletero, y Susana, empleada doméstica, sabe de qué se trata el laburo y esfuerzo de sol a sol. La tiene clara. Dijo, tras sus gloriosas atajadas: “La gente se lo merece, la gente que gasta su dinero para venir a vernos… Quiero seguir creciendo como arquero y como persona”