Gripe aviar, zika, chikungunya, y ahora coronavirus son – entre otras – las nuevas enfermedades virales que amenazan al mundo. Hay quienes sospechan de que son productos de bioingenieria. Tres investigadores del CONICET y un economista descubrieron un método de diagnóstico.
Carla Giménez, Lucía Curti, Federico Pereyra Bonnet – científicos integrantes del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), junto a Franco Goytía – economista residente en Estados Unidos – diagramaron un método para detectar en una hora el virus coronavirus. Se trata de un kit molecular portatil, el cual busca conseguir financiamiento para comenzar a aplicarse.
“La detección se hace a través de un dispositivo como una tirita tipo Evatest (test de embarazo)”, contó. “Hace ocho años apareció una tecnología llamada CRISPR que es un sistema de defensa en bacterias que fue adaptado como una herramienta biotecnológica para editar genes”, afirmó a Télam, Federico Pereyra Bonnet.
Y agregó: “lo probamos para detectar coronavirus y los resultados fueron óptimos, en relación a sensibilidad y costo” Asimismo explicó que en 2019 “se descubrió el diagnóstico como un nuevo uso para la tecnología CRISPR y que a partir de allí el grupo de científicos creó una empresa bajo normativa del CONICET, que es la encargada de llevar adelante el desarrollo de los kits”
El método también funcionó en pruebas para dengue, zika y hanta virus.
El virus y el acuerdo
China es la segunda economía más grande, apenas detrás de EE.UU. Posee la tasa de crecimiento más alta (en 2019, 3,7%) Si la economía china se contrae, para su pueblo y gobierno es como un estornudo. Para el resto del mundo, una gripe.
Robert O’Brien, asesor de Seguridad Nacional del presidente norteamericano Donald Trump, adviritó que la emergencia internacional provocada por el coronavirus, “podría tener un impacto en la ‘fase uno’ del acuerdo comercial entre EE.UU. y China”. Así lo manifestó en vísperas de la entrada en vigor del comienzo del pacto entre las superpotencias, suscrito el 15 de enero de 2020.
Según anunció entonces Trump, en el marco de este tratado, Pekín se comprometió a gastar en dos años 75.000 millones de dólares en mercancías industriales, 50.000 en productos agrícolas, 50.000 millones de dólares en energía y 50.000 millones de dólares en servicios, entre estos los bancarios y financieros. De este modo, EE.UU. levantaría las barreras arancelarias contra las importaciones chinas si las partes conciertan la segunda fase del acuerdo.
En China – además de los casi 1200 muertos y 41 mil enfermos – hay más de 50 millones de personas aisladas en las ciudades donde viven. Están en cuarentena.
Una de éstas es Wuhan, en donde comenzó la manifestación del temible virus. Wuhan tiene 3500 años de antigüedad y es considerado un principal centro político, económico, financiero, comercial, cultural y educativo de China. Entre sus principales industrias se destacan la óptica, electrónica, automóviles, satélites, sofware, acero, farmacia e ingeniería biológica.
Debido a la enfermedad y la cuarentena, la actividad productiva de China está sensiblemente disminuída.