La siesta del jueves 12 de noviembre de 2020, Oscar Emanuel Rodríguez habría apuñalado veintiséis veces a Milagros Melina Flores. Supuestamente, porque la joven le dijo que no volvería con él. Pues tenía otro amor. ¿Emoción violenta en el asesinato de la expareja?
Estaría probado que Oscar Emanuel Rodríguez (Chuky), de 28 años, fue quien mató brutalmente a su exnovia Milagros (24). Según los vecinos que testificaron, el joven fue visto cuando acuchilló a la chica. En un baldío de La Merced (Salta)
Entonces, la sentencia seria en consonancia con la acusación: “homicidio triplemente calificado por la relación de pareja preexistente, alevosía y por mediar violencia de género”. De tal modo, al joven sólo le cabría la prisión perpetua.
Sin embargo, el abogado defensor, Rodrigo Palazzo, alegaría que Rodríguez actuó en “estado de emoción violenta”. De acuerdo al artículo 81 del Código Penal, probar tal encuadre legal reduce la pena a un máximo de seis años de cárcel.
La jueza Paola Marocco – presidenta de la Sala VII del tribunal – junto a los jueces Javier Aranibar y Federico Diez, darían a conocer el veredicto el lunes 2 de octubre. Tras los alegatos de la fiscal Mónica Poma, el querellante Pablo Tobío y la defensa a cargo de Rodrigo Palazzo.
El femicidio ocurrió el 12 noviembre de 2020, en un terreno baldío ubicado en el barrio San Nicolás, de la localidad de La Merced.
A la siesta, el acusado interceptó a su expareja y descargó su furia con cuchilladas en el abdomen, cuello, brazos y piernas de la joven. Los gritos pidiendo auxilio alertaron a vecinos y transeúntes, quienes acudieron en su ayuda. El agresor arrojó el cuchillo cerca de la joven y se dio a la fuga.
Flores fue trasladada al hospital San Bernardo en grave estado. Falleció el 16 de noviembre, a causa de shock hipovolémico (desangrada) por lesión vascular grave con arma blanca. Rodríguez fue encontrado en su domicilio, lesionado en ambas muñecas. Presuntamente intentó matarse. Fue hospitalizado.
La sangre y la carta
La semana pasada declararon dos peritos del CIF, licenciados en Criminalística. Uno de ellos presentó un informe sobre las inspecciones oculares realizadas en el escenario del crimen (un terreno baldío utilizado como pasillo entre el pasaje Las Nieves y un potrero, en el barrio San Nicolás de La Merced) y en el domicilio donde convivía la pareja (calle Maipú, en el mismo pueblo).
Señaló que en el lugar donde Milagros Flores fue atacada se secuestró un cuchillo con empuñadura corta envuelta con goma negra. El arma presentaba manchas de sangre. También la mochila de la víctima. El testigo señaló que en la galería de entrada al inmueble de calle Maipú -donde fue detenido el imputado- se encontraron dos camisetas de equipos de fútbol impregnadas con sangre. En el interior de la habitación había un celular y una carta manuscrita en una hoja de carpeta, sin rastros de sangre.
Para la acusación y querella, esta misiva abonaría la certeza de la premeditación.
FURIA
Una vecina testificó “estaba almorzando en lo de mi mamá y mis hermanos cuando escuchamos gritos de una vecina pidiendo que alguien llame a la policía”. La testigo salió y vio a una mujer tendida boca abajo en el suelo, y a “Chuky” apuñalándola.
Describió que el acusado estaba arrodillado junto a la víctima. Luego que Rodríguez huyera, fueron a prestar asistencia a Milagros.
¿CORAZÓN ROTO?
La calificación de emoción violenta significa un atenuante de la pena. Se entiende que la menor criminalidad obedece a que la determinación homicida no obedece únicamente a un impulso de su voluntad, sino que en alguna medida se ha visto arrastrado al delito por una lesión que ha sufrido en sus sentimientos.
“La violenta emoción se caracteriza por una intensísima conmoción del ánimo, que desordena los comportamientos” https://defensapublica.mpba.gov.ar/jurisprudencia/HOMICIDIO-EN-ESTADO-DE-EMOCION-VIOLENTA.pdf
¿TIENE ATENUANTES LA VIOLENCIA DE GÉNERO?
La tendencia jurídica actual deja de lado cualquier atenuante cuando se trata de violencia masculina contra una mujer Entonces, si complicado resultaba para un defensor probar la existencia de la excusa psicológica de la “emoción violenta”, demostrar y convencer al tribunal de que no todo es femicidio, pareciera una tarea imposible.
Empero, al frente del tribunal se encuentra la jueza Paola Marocco. La magistrada es considerada una jurista estudiosa y ajena a las presiones. Conoce ampliamente todos los terrenos de la labor judicial. Hace 14 años se desempeñó como defensora penal. Y el año pasado tuvo a su cargo la evaluación del crimen de Paola Guantay. La chica violada, mutilada, asesinada y arrojada al río Wierna, en 2017.
En esta oportunidad, debe dictar veredicto en el crimen de Milagros Flores. Todo pareciera indicar que se trató de un brutal femicidio. Excepto que la defensa demuestre que su novio la mató en un estado de emoción violenta.