Cuando arrestaron a Perón se cancelaron las revolucionarias mejoras sociales por él impulsadas. Los laburantes, pobres y la naciente clase media hicieron una pueblada. Fue el 17 de Octubre. Surgió otra Argentina.
“Trata a tus seguidores como niños a cuidar, así estarán dispuestos a seguirte”, es una de las frases del general y filósofo chino Sun Tzu. Reflejando, en la conducción, la unidad de empatía, planificación, tácticas y estrategia para el triunfo.
También inmortalizó que “La victoria se logra con los mejores en todo, incuestionables”
El peronismo y aliados (como Unión Popular) fue derrotado electoralmente en 2023 por incumplir esperanzas, confianzas, historia, doctrina y mandato popular. La derrota en las urnas arrastró al progresismo, socialismo e izquierda; no sólo en el sentimiento ciudadano, sino en el descrédito de las ideas de bienestar y progreso social para todos.
La dirección del estado nacional fue entregada, democráticamente, a las antípodas. Si bien hubo algunas declamaciones bravas, la mayoría de las gobernaciones provinciales complacen hasta el momento al poder central.
Excepto los gobernadores Ricardo Quintela (La Rioja) y Axel Kicillof (Buenos Aires); el sindicalismo combativo (Pablo Moyano y las CTA), el dirigente social Juan Grabois; las universidades públicas y algunos movimientos sociales.
Cristina y Ricardo
Setenta y nueve años después del 17 de Octubre de 1945, el peronismo debate de que se trata hoy la Lealtad. Tal vez se exprese en el acto de Kicillof en la bonaerense localidad de Berisso, llamada el “kilómetro cero” del PJ. O en las elecciones para definir la conducción del Partido Justicialista.
En este, los comicios internos son excepcionales. Están convocados para el 17 de noviembre, y el 19 de octubre vence el plazo para la presentación de listas.
Hay dos candidaturas: la expresidenta y exvicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner y el gobernador de La Rioja, Ricardo Quintela. Detrás de ella está lo que queda de “La Cámpora” y el kirchnerismo. Con el riojano, desde el peronismo tradicional a exkirchneristas. Por ejemplo, Andrés “Cuervo” Larroque, cofundador de la controvertida agrupación dirigida por Máximo Kirchner.
Contra Cristina Fernández pesa su “dedo” para que Alberto Fernández se convierta en presidente. Y ella acompañándolo como vice. Nadie niega sus virtudes intelectuales y visión de estadista. Sin embargo, se le reprocha que sus tácticas fueron un fiasco estratégico. Dándole razón a Sun Tzu, cuando sentenció: “Las tácticas sin estrategia son el ruido antes de la derrota”
Estado presente
A comienzos del gobierno libertario, a Cristina no se la escuchó ni mu. El kirchnerismo camporista jugó a dejar pasar el tiempo, “hasta que la gente se dé cuenta”. Y cero autocríticas.
Por el contrario, el riojano – reelecto tras una exitosa gestión popular – marcó la cancha desde el principio. No con bravuconadas, sino con planteos judiciales, reforma de la Constitución a contramano del ultraliberalismo mileista, y confrontación de modelos de estado. Buscándole la vuelta al recorte de fondos desde el Ejecutivo nacional.
Enfrentando la “motosierra” del gobierno libertario, Quintela sostuvo: “Acá hay un Estado contrario a las ideas del gobierno nacional”
Lo expresó del siguiente modo: “Nosotros tenemos la antípoda del pensamiento y de la acción del presidente (Milei). El privado busca una renta financiera, y está bien. El Estado debe buscar la renta social, es decir, que la gente viva cada día un poquito mejor y pueda acceder a una calidad de vida que, sin un Estado presente, no puede acceder”
ESTAR DONDE SE NECESITA
De acuerdo a Ricardo Quintela, “el Estado tiene que intervenir en donde existe un problema social, un conflicto social, donde existe una necesidad. Nosotros generamos las condiciones para que todos los sectores vulnerables puedan ascender, tener una vivienda digna, un trabajo digno y tener garantizado que el Estado les garantice la salud, la educación y el alimento de sus hijos”
RECUPERAR LA CONFIANZA
Soberanía Política, Independencia Económica y Justicia Social son los fundamentos doctrinarios del peronismo. Quien conduzca el Partido Justicialista tiene como deber llevarlos a cabo. En esta instancia, como oposición, para reconquistar la confianza del pueblo.