“No estamos diciendo que los hermanos Saavedra son inocentes; estamos probando que son inocentes”, aseguró el defensor de los tres acusados de asesinar a Jimena Salas.
(IMAGEN DE PORTADA: IDENTIKIT DEL SOSPECHOSO Y FOTO DEL PRESUNTO CANICHE TOY)
El mediodía del viernes 27 de enero de 2017, Jimena Beatriz Salas, de 44 años, fue asesinada dentro de su casa en Vaqueros. Más de 50 puñaladas la masacraron. La dantesca escena fue hallada por su esposo Nicolás Cajal. En el baño estaban encerradas las mellizas de tres años.
El sábado 20 de septiembre, Javier, Adrián y Carlos Saavedra fueron imputados por el delito de homicidio calificado por alevosía, ensañamiento, criminis causa y por el concurso premeditado de dos o más personas y femicidio.
El pasado jueves 27 de julio, el abogado penalista Marcelo Arancibia representó a los acusados ante el juez Eduardo Barrionuevo, en una nueva audiencia en el tribunal de impugnación. Norte Social entrevistó al defensor a fin de conocer los resultados.
- ¿Se habló del asesinato o de las recientes acusaciones de robos contra Javier Saavedra?
- En este alevoso, penoso, lamentable asesinato de la señora Jimena Salas, los hermanos Saavedra no han tenido ninguna participación. Y lo voy a decir y asegurar hasta que me muera: son totalmente inocentes. Tanto de la gravísima acusación de homicidio calificado, como de los delitos contra la propiedad.
- Entonces, luego de cinco años y medio del crimen, ¿cómo se llegó a imputarlos?
- ¡Alcahueterías, conventilleos, mentiras! A partir de falsa hipótesis de investigación, como la de que ellos eran ladrones en la zona norte de la ciudad de Salta, en Vaqueros y La Caldera, incluso, se mencionó que había cierta complacencia de la policía de la zona. Y se inventó lo del caniche toy, el ardid para asaltar la casa.
- Cuando usted defendió a Sergio Vargas, en el juicio por el femicidio (absuelto en 2021), alegó contra ese supuesto “anzuelo”.
- Esa pista fue introducida por el jefe de Investigaciones del CIF, el doctor Omar Dávila. Y tal como usted recuerda, en mi alegato probé que nos habían “metido el perro”. El tribunal aceptó esto en relación a mi defendido. Dávila desapareció. Y ahora se insiste en lo mismo; ¡nos siguen metiendo el perro!
Camino peligroso
Arancibia aclaró que Javier Saavedra nunca tuvo el apodo o alias de “Chino”. Y explicó que identificarlo – por parte de los policías – de tal modo fue para darle a la prensa un “perfil criminal, ofreciendo una connotación de la peligrosidad”. Y agregó que, en la audiencia, ante el juez Barrionuevo, “expuse la falta de correspondencia entre el identikit de 2017 y el rostro de Javier Saavedra”
- Aquel identikit y la imagen del cachorro se hicieron populares…
- En aquel momento, Javier estaba de novio con Melina, y la madre de ella, mencionó en su lugar de trabajo que el caniche toy, de nombre “Bony”, regalado a la hija por el novio, era parecido al de la foto. Ese comentario de la madre fue repetido por una compañera laboral a unos amigos policías. Y así, esas imprudentes palabras, llegaron a los investigadores, quienes armaron el resto… Entonces, le dijeron al procurador, “el chivo está en el lazo”.
- Así como usted lo dice, parece muy endeble; ¿hay pruebas?
- He demostrado, con pruebas, argumentos, lógica, que los hermanos Saavedra nunca estuvieron ni siquiera cerca de la casa de Jimena Salas, en Vaqueros, el 27 de enero de 2017. El único caballito (de batalla) que tienen es el ADN, y esto vamos a demostrar que es producto de un error técnico o un error humano
- ¿Sólo queda demostrar la inocencia en el juicio?
- El próximo juicio va a constituirse en un hito, como lo fueron los juicios del abogado Miguel de Escalada (1993/1998); los hermanitos Leguina, las francesas, Salas… Esto que hacen algunos funcionarios judiciales es un camino peligroso. Nos puede hacer desbarrancar a usted, a mí, a cualquier salteño…
INOCENCIA
Al consultarle al penalista Marcelo Arancibia acerca de las acusaciones contra Javier Saavedra por robos cometidos, que señalarían su pasado delictivo, sostuvo: “No hay ninguna relación, y estamos probando la inocencia. No estamos diciendo que son inocentes, sino probando que son inocentes”
“NUNCA HUYÓ”
El abogado Arancibia destacó una situación significativa por parte de Javier Saavedra. “Éste joven, con notoria vocación solidaria, fue nombrado por las autoridades para trabajar en Santa Victoria Este. Este pueblo se encuentra a pasos de la frontera con Bolivia y Paraguay. Y nunca huyó, lo cual haría cualquier criminal. Residía a cincuenta metros de Policía, y al frente de la Gendarmería Nacional”
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