Esta es una de las frases humorísticas más icónicas y conocidas del escritor y cómico norteamericano Groucho Marx. La humorada pretende reflejar las volubilidades y/o hipocresías de las creencias y valores por parte de quienes cambian de ideas, de acuerdo a beneficios personales o vaivenes de la opinión mayoritaria.
A partir de las 16 de hoy martes 29 de diciembre se debatirá la ley del aborto en el Senado de la Nación. La madrugada de mañana martes 30 se conocería el resultado.
De los actuales tres senadores por Salta, Juan Carlos Romero participó en la votación de 2018, haciéndolo en contra. En principio, lo haría del mismo modo. La actual senadora Nora Giménez (Frente de Todos) anticipó que apoyará el proyecto aprobado en Diputados. En tanto, el senador Sergio Leavy (de la misma agrupación), hace dos años, como diputado nacional, votó en contra.
Ahora no se sabe.
En el caso de Romero (Juntos Por El Cambio), si bien mantendría su posición antagónica al proyecto abortista y es un abierto opositor al kirchnerismo y al gobierno de Alberto Fernández, en las últimas semanas difundió en su página Web (www.romerojuancarlos.com.ar) una encuesta pidiendo la opinión acerca del aborto. Curiosamente, el espacio de internet se encuentra desactivado en estos momentos.
Por su parte, “El Oso” Leavy sostenía que, debido a sus concepciones cristianas, se opuso y oponía a la interrupción voluntaria del embarazo.
Empero, en las últimas semanas recibió presiones por parte del sector “verde” (pro aborto) y de gran parte de las mujeres integrantes del Frente de Todos. Asimismo, mantuvo una singular reunión con el presidente argentino, impulsor para la aprobación de la norma. Aparentemente, cambiaría su voto de concepción (nunca más apropiado el término) por uno “orgánico”. O sea, en consonancia con la postura ideológica dominante.
Deciden los indecisos
A diferencia de hace dos años, cuando la norma fracasó en la votación en la Cámara alta, este año la relación entre quienes están a favor y quienes están en contra es pareja. Este es un problema para el oficialismo. A toda costa quieren evitar que, en caso de empate, la vicepresidenta y presidenta del Senado sea quien tenga que desempatar.
De uno y otro modo, para “celestes” y “verdes” son cruciales los cambios de postura y hasta que vote o no el legislador Carlos Menem, internado en grave estado de salud. Puede hacerlo desde su lecho de enfermo.
En total son 72 senadores y senadoras. Para este año sólo se cuentan 71, pues el tucumano José Alperovich está de licencia por un proceso judicial (violación). En 2018, hubo 38 votos en contra, 31 a favor y 2 abstenciones.
Uno de los cálculos afirma que los números están empardados. Otro, dice que hay 32 votos “celestes”; 30 “verdes”, pero suman 9 las indefiniciones. Asimismo, circula un “poroteo que habla de 33 en contra, 32 a favor, dos ausencias y cinco indecisos/as.
Pero que el aborto “sale o sale”
CONVICCIONES O CONVENIENCIAS
El sector verde y el oficialismo presionan a los senadores – que en principio decían tener convicciones cristianas – en el sentido de que deben privilegiar cuestiones políticas antes que personales. “Celestes” sostienen lo contrario: hay que votar desde las convicciones. Este es el caso del senador formoseño José Mayans, jefe del bloque del Frente de Todos, quien se opone al aborto. Paradójicamente, su par salteño Sergio ‘Oso’ Leavy sostuvo que más allá de sus convicciones personales “está lo que uno representa”
PUEDO CAMBIAR
El senador catamarqueño Dalmacio Mera dijo que “siempre hay posibilidades” de cambiar el voto, “porque si no, uno no se sentaría a escuchar y a ver las posiciones (sic)”. Incluso consideró que algunas modificaciones introducidas al proyecto original “han mejorado una ley que creo que era mala”
MENSAJE DE LAS IGLESIAS
El presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, Oscar Ojea, declaró “no se puede ocultar el dolor ante el proyecto de ley (de aborto)” Instó a los legisladores a realizar “una serena reflexión”, como a “no renegar de sus convicciones más profundas” Protestantes y evangélicos afirman lo mismo.
FEMINISTAS
“No estamos discutiendo posiciones personales en relación a la experiencia particular del aborto, sino planteando cuál será la respuesta del Estado argentino a aquellas personas cuyas circunstancias de vida las llevan a decidir la interrupción de un embarazo”, manifestaron en un comunicado las feministas.