Violencia y crueldad humana. En el mejor de los casos, Cintia Marisol – la joven de Villa Floresta que le prendió fuego y mató al perrito Zeus – sería condenada a un año de prisión condicional (sin cárcel)
Por Dario Illanes
“No me importa saber si un animal puede razonar. Sólo sé que es capaz de sufrir y por ello lo considero mi prójimo”. Esto dijo el médico, misionero y Nobel de la Paz Albert Schweitzer.
Por su parte, el “rey del rock and roll” Elvis Presley sostuvo: “Los animales no odian; y se supone que somos mejores que ellos”
Tras 21 días de agonía, con el 70 por ciento de su cuerpito quemado, el sábado 19 de noviembre murió el perrito Zeus. Indefenso, mientras dormía dentro de su cucha en una vivienda de Villa Floresta, una joven enojada con su novio, en una diabólica venganza, se ensañó con el más débil. Y le prendió fuego.
Por las redes sociales fue identificada y caratulada como psicópata: Cintia Marisol Quintana. Escrachada y condenada por la sociedad. 
Viven, sienten
La Asociación Protectora de Animales de Salta denunció a la criminal ante la Justicia. Según el titular de la organización, Lucas Iñigo, “el 2 de noviembre presentamos la denuncia. Al otro día fue aceptada; se hicieron presentaciones en el Juzgado y en la Fiscalía, para ser querellantes. El 8 de noviembre se nos aceptó”
Tanto desde la Asociación como del Colegio de Abogados y particulares procuran que “esta psicópata” pague por lo que hizo. Empero, la ley es indulgente con quien cometa crueldad y muerte: la pena ronda entre 15 días y un año de prisión. Excarcelable.
O sea, para la ley vigente, causar daño, provocar dolor o matar a un perro no es un delito grave. Incluso es un crimen menor que dañar una estatua, tal como dice el artículo 184 del Código Penal de la Argentina. En éste caso, el castigo penal son cuatro años.
Con la importancia que tiene una obra artística de valor histórico, ésta no sufre. Un perro siente el mismo dolor y sufrimiento que un ser humano. Y aunque muera por crueldad, quien lo causó la saca barata.
Sujetos de derecho
En el siglo XIX, en Estados Unidos, el presidente Abraham Lincoln aseguró: “Estoy a favor del derecho de los animales, al igual que del derecho de los humanos. Ese es el camino de un ser humano completo”
En Argentina, la legislación no reconoce a los animales domésticos (nuestras mascotas) como sujetos de derecho, y sus vidas bienes jurídicos protegidos.
Esta carencia integral de reconocimiento legal desemboca en que quien maltrate o mate a un perro, por ejemplo, no tenga demasiadas consecuencias penales.
El filósofo Tom Regan, en su libro The Case for the Animals Rights (2003), sostiene que los animales son sujetos de derechos por el simple hecho de seres vivos. Por lo tanto, demanda que el Derecho debe protegerlos. “… Son seres vivos que tienen facultades cognoscitivas, conductuales, emocionales, propias de lo que hoy por hoy se entiende como sujeto de derechos”, afirma.
PSICOPATÍA
Una persona que abusa, maltrata o mata a un animal no siente empatía hacia otros seres vivos. Es violenta. Al borde o dentro de la psicopatía. En Australia, el maltrato animal es considerado violencia doméstica, e incluso en España se evalúa como un indicador de la violencia de género.