La mañana del viernes 13 de diciembre de 2024 la reconocida monja Gregoria Colil sufrió el robo, en donde vive, de alrededor de cinco millones de pesos. Policía y fiscalía, sin pistas.
“Nadie sabía que guardaba esta plata, que no es mía, acá en casa”, contó a Norte Social la hermana Gregoria Colil.
Desde hace más de treinta años, la infatigable misionera cristiana dedica su vida a dar comida, albergue y aliento espiritual a niños, jóvenes y adultos mayores. En Villa Asunción y Villa Los Sauces (zona Oeste de la ciudad de Salta)
En 1992 la hermana Gregoria Colil creó una guardería en ese lugar, de palpable pobreza. En 1994 fue nombrada Delegada Diocesana de la Infancia Misionera. Trabajó bajo la dirección del padre Ernesto Martearena, hasta el asesinato de éste, en 2001. Y continuó su obra con los necesitados.
Hace tres años, el gobierno municipal y provincial reconoció su labor, destacándola como “mujer ejemplar”.
Tales lauros fueron callados por ella. Humilde, enérgica, amable, trabajadora, Gregoria consagra cada día a los demás.
Sin pistas
– Hermana, ¿dónde, cuándo y cómo sucedió el robo?
– Fue la mañana del viernes 13 de diciembre, en el comedor y la casa donde vivo (calle Baca al 400, Villa Asunción, a media cuadra de Zacarías Yanci) Primero me di cuenta de que faltaban unos bolsos, después no estaban las llaves, y luego descubrí que faltaba el dinero, casi cinco millones de pesos.
– ¿Y por qué guardaba esa cantidad?
– Esa plata no es mía, era de las colectas que hicimos en ocasión de Navidad y Año Nuevo, para atender el comedor, los gastos, las cuentas, terminar los arreglos en la cocina… Ese día me pareció extraño un hombre desconocido, que tocó el timbre, él se fue y yo me fui al comedor. Después me di cuenta del robo… Entonces hice la denuncia en la subcomisaría de Villa Asunción.
– ¿Usted sospecha de alguien?
– No, no sospecho de nadie. Además, nadie sabía que guardaba ese dinero.
– Y la Policía, los investigadores, ¿le dijeron que saben algo?
– Hasta el momento, nada…
AMOR EN HECHOS
Gregoria Colil pertenece a la Congregación de las Hijas de Nuestra Señora de Luján, de derecho diocesano. Fue fundada el 24 de noviembre de 1893 en Moreno, provincia de Buenos Aires, por la hermana Serapia Sierra.
Su finalidad y carisma es la educación cristiana de la niñez y juventud de cualquier clase y condición, finalidad que cumple a través de variadas obras, como colegios, catequesis, hogares, asistencia a los pobres, ancianos, hospitales y discapacitados.
292
El comedor dirigido por la hermana Gregoria Colil atiende a “292 personas”. Estas son niños, jóvenes y mayores de 60 años.