Las nuevas detenciones por el femicidio de la docente Rosa Sulca apuntan al corazón del 911 y la Secretaría de Seguridad. Más allá de la autoría material, quienes debían auxiliar a la mujer – el Estado – dejaron el camino expedito para su muerte.
El pasado viernes 8 de mayo, Norte Social tituló: “¿Hubo una orden clara?” Las últimas disposiciones del Ministerio Público Fiscal, lamentablemente, dan asidero a aquellas sospechas periodísticas. Y confirman la respuesta negativa.
“De acuerdo a fuentes confiables, el 911 informó a los policias que en la casa de Rosa Sulca ocurría un situación de “violencia intrafamiliar” Nada que ver con el artículo 303 (del Código Procesal). Luego de informar que nadie les atendió, habrían recibido la orden de retirarse… La muerte, y sus consecuencias, deja al descubierto un fallo critico en el 911, la Policía, la Justicia, el Ministerio de Seguridad”, publicó Punto Uno.
Los dos policías que llegaron al hogar de la víctima fueron los hilos delgados del asesinato brutal de la docente Rosa Sulca. Ahora están libres. Ellos no fueron responsables por la terminal falta de ayuda.
En cambio, las imputaciones por “incumplimiento de los deberes de funcionario público y abandono de persona seguido de muerte”, y no cumplir con sus funciones recayeron en cinco funcionarios (civiles y policiales) Todos trabajan en la Secretaría de Seguridad y Servicio de Emergencia 911.
Responsabilidades
En 2005 se promulgó la Ley Provincial Nº 25.367, estableciendo el Sistema de Emergencias Coordinadas con el número 911, siendo autoridad de aplicación la Secretaría de Seguridad. Según sus fundamentos, la creación del sistema (al estilo mundial) se debió “al aumento del índice delictivo en la Ciudad de Salta”.
Esto ocurrió pocos meses después de “La tragedia de Cromañón”. Esta se trató de un devastador incendio ocurrido la noche del 30 de diciembre de 2004 en “República Cromañón”, un establecimiento nocturno ubicado en el barrio de Once de la ciudad de Buenos Aires, durante un recital de la banda de rock Callejeros. Las llamas provocaron la peor tragedia mundial en la historia de la música de rock y una de las mayores tragedias no naturales en Argentina, dejando un saldo de 194 muertos y al menos 1432 heridos.
La tragedia causó, además, importantes cambios políticos y culturales. Los familiares de los jóvenes fallecidos y los sobrevivientes del incendio conformaron un gran colectivo de movilización pública y demanda de justicia, por las muertes y los daños sufridos. Además de las responsabilidades penales, cayó el entonces jefe de Gobierno porteño, Aníbal Ibarra.
Por supuesto, el funcionario nada tuvo que ver con la muerte. Pero era el responsable político.
Seguridad
“Demanda Ciudadana” es una de las cuatro áreas dependientes directamente del Servicio de Emergencias 911. Su jefe es Agustín González. A la vez, el 911 está subordinado a la Secretaría de Seguridad, dirigido por Andrés Cruz.