Una gendarme, su novio, familiares y efectivos de la guardia están acusados de querer robar parte de los depósitos incautados en el predio de Gendarmería Nacional Salta. Ella asegura que fue engañada. Acusan de la venta – desde hojas de coca a vehículos de alta gama – de los secuestros realizados por la fuerza federal.
El amor es ciego y no tiene edad, aseguran. Así lo sintió, dice, la gendarme Macarena Huanuco, de 29 años, novia del sargento ayudante “Colorado” González”, de 48 años.
El viernes 19 de julio de 2019, a la madrugada, su pareja era el jefe de guardia en la sede de Chachapoyas (barrio Tres Cerritos) y supuestamente le pidió a Macarena que le lleve unos cigarros. De acuerdo a su relato, como era la víspera del Día del Amigo, ella se encontraba festejando junto a sus hermanos y la cuñada, por lo que se acercaron en dos vehículos a la Agrupación.
“Vengo a verlo al ´Colorado´, le dejamos lo que me pidió y nos vamos’, “, le habría dicho a los efectivos en el Puesto 1 de la Guardia. La dejaron entrar. Estacionó su auto en el depósito automotor que Gendarmería dispone en la entrada al espacio federal. Recibió bromas ofensivas acerca de la diferencia de edad con su pareja.
Según la versión de la mujer, al no encontrarlo en la guardia, mientras estaba estacionada, le mandó mensajes por el celular. Tras no obtener respuesta, dudando de su novio, se angustió, lloró, y desesperada salió del estacionamiento a toda velocidad. Sorprendidos, quienes la acompañaban en el otro vehículo, vieron que los guardias sacaron sus armas y los apuntaron. Asustados, escapararon a pie, saltando los bajos muros.
“Arrepentida”
La, como mínimo, irregular situación de seguridad, obligó a la investigación interna. El domingo 21 de julio se ordenó una reconstrucción de los supuestos graves acontecimientos. La gendarme Huanuco continuó trabajando durante nueve días, hasta que por orden de la Justicia Federal se dispuso su detención.
Al comienzo, tras las rejas, pero luego, debido a que tiene un pequeño hijo, la beneficiaron con prisión preventiva domiciliaria. En estas circunstacias es que se acercó a Huanuco el sargento ayudante Luna. Le propuso que se acoga a la figura penal de “arrepentida”, para, de tal modo denunciar los supuestos millonarios robos practicados por las autoridades de la fuerza. “Si vos me ayudás, los descubrimos a los jefesy mostramos la corrupción que hay adentro”, le habría dicho. La chica accedió.
Otra denuncia
En enero de este año, el suboficial Lescano envió a la Justicia Federal una denuncia por los robos de secuestros depositados en la Agrupación Salta. De acuerdo a ésta – proporcionada por fuentes reservadas, que figuran en expedientes judiciales – los beneficiados serían los comandantes Osvaldo Cepeda, Marcelo Miranda y Andrés Fernández, todos jefes en Salta.
El denunciante fue dado de baja de la Gendarmería.
Judicialmente, nada de esto se encuentra en debate en el Juzgado Tribunal Oral en lo Criminal Federal N° 2. El fiscal Eduardo Villalba acusa a Huanuco, sus dos hermanos y cuñada, y a los tres gendarmes que estaban de guardia, de intento de robo. Además, ella y ellos uniformados continúan un proceso interno tramitado en la Jefatura en Tucumán.
El pasado lunes 7 de septiembre el fiscal Villalba dió su alegato, ratificando la acusación penal. Cuatro son los defensores. Debido a un problema de salud de uno de ellos, se suspendió el debate.
Aún no se sabe si hubo corrupción o una escandalosa tormenta amorosa.
836 KILOS DE COCA
El senador nacional Guillermo Durand Cornejo reclamó en la Cámara Alta provincial la ubicación y/o destino de 836 kilos de hojas de coca. Estos secuestros fueron realizados por fuerzas federales y provinciales y debían ser distrIbuídas en pueblos originarios salteños. Se encontrarían en poder del Ministerio de Seguridad de Salta. No hubo respuesta.