Quien en Salta vaya a COFRUTHOS los verá, cargados y andando. Como también en los caminos rurales o haciendo fletes. Humildes, fieles y nobles compañeros de laburo. Desde 1952, el Rastrojero demuestra lo que puede el ingenio obrero y profesional. Y la industria argentina.
“¡A la ´chata´ la compré hace dos meses, pero es de 1964, como dicen los papeles! Lo único nuevo es la batería, todo el resto es original; ¡y anda impresionante!”, aseguró Luis Barrios, repartidor de carbón en la Ciudad de Salta.
Habla del Rastrojero, el primer vehículo utilitario argentino nacido merced al presidente Juan Domingo Perón. Su historia comenzó con IAME (Industrias Aeronáuticas y Mecánicas del Estado), un complejo industrial inicialmente dedicado a la producción de aviones, pero que luego sumó tractores, motocicletas y autos. Con la incorporación de la industria automotriz, IAME llegó a ocupar a algo más de 12 mil trabajadores.
El Rastrojero, “la chata”, no fue producto de una necesidad creada por el sistema de marketing. Fue al revés. Los parámetros fueron los escenarios de uso, el campo y los malos caminos; y los potenciales usuarios, chacareros, trabajadores rurales, fleteros, laburantes. Motor diésel sencillo y carrocería parecida a las de autos de Turismo Carretera de la época.
El primer diseño y desarrollo del Rastrojero fue obra de los ingenieros Raúl Gómez, Rubí Lutereau y Félix Santiago Sanguinetti, a pedido de Perón. La consigna fue que sirva para trabajar, que nunca deje a pata a nadie y barato para la compra y mantenimiento.
Fue un éxito total.
En 1969, salió de la línea de montaje el Rastrojero Nº 50.000 y en 1975 se alcanzó un récord de producción anual que superó las 12.000 unidades. Durante todos esos años, IAME (luego rebautizada IME) desarrolló cuatro modelos básicos: dos vehículos frontales (camión liviano y microómnibus), la clásica pick up -que incluyó una versión 4×4 para uso militar- y hasta un sedán de cuatro puertas, especialmente diseñado para taxi.
Con Peugeot
Hacia 1978, los directivos de IME avanzaban en un acuerdo con Peugeot para desarrollar en forma conjunta una nueva versión del Rastrojero. El prototipo de pruebas se probó en la planta francesa de Mulhause. La idea era que la nueva pick up nacional comenzase a rodar por caminos de otros continentes.
De la mano del gobierno militar, la Argentina marchó decidida hacia la desindustrialización y el desmantelamiento de la infraestructura pública de producción. El ministro de Economía José Alfredo Martínez de Hoz le bajó el pulgar y el tiro de gracia se lo dio el decreto 1448 /80, firmado por Jorge Videla.
El Rastrojero es considerado como el más característico símbolo del ingenio y la producción metalmecánica argentina, ya que su desarrollo y producción fueron la piedra fundacional de la primera industria metalmecánica del Estado Argentino, habiendo también coincidido el final de su producción con la decisión del desmantelamiento de Industrias Mecánicas del Estado, llevado adelante por el Gobierno de Facto
Al momento de cerrarse su fabricación este vehículo representaba más del 70% del mercado de las camionetas diésel del país. Llegó a liderar el mercado nacional en su segmento, con dos generaciones y varias versiones que incluso se exportaron a Cuba, Chile, Perú, Uruguay y Bolivia.
La vuelta del Rastrojero
El clásico vehículo argentino regresaría en 2025 y será eléctrico.
El clásico utilitario rural conocido como Rastrojero será reflotado a partir de un proyecto que llevan adelante un grupo de empresarios y profesionales de todo el país, quienes planifican instalar la planta productiva en Rosario. El proyecto surgió a partir de que los responsables del emprendimiento notaron que había un bache en los vehículos actuales respecto del clásico Rastrojero, que se trataba de un modelo muy noble y cómodo para trabajos rurales y reparto de productos.
El nuevo Rastrojero será eléctrico, tendrá batería de litio, amigable con el medio ambiente, y contará con una autonomía de 400 kilómetros. La marca se encontraba registrada pero abandonada desde hace años. Actualmente, el proyecto tiene finalizados todos los estudios previos tanto técnicos como de mercado, y se encuentra concluyendo la conceptualización del chasis. La posibilidad de confirmar la ubicación que tendrá la fábrica podría darse en los próximos meses.
El nuevo Rastrojero podrá cargar hasta una tonelada y las barandas de la zona de carga serán rebatibles para adoptar forma de mesa y banquetas. El rodado también tendrá palanca de cambios al volante y su velocidad no superará los 115 km/h. En cuanto a la producción, los empresarios estiman que llegará al mercado en el año 2025 y que podrán fabricar alrededor de 10 mil unidades por mes.
El regreso del producto estrella de una empresa estatal, nacional y popular: el Rastrojero. Sólo faltan las baterías de litio de Salta…
RECIEN COMPRADO
A Luis Barrios lo encontramos conduciendo una “chata”, al final del barrio Limache, repartiendo carbón.
“La compré hace dos meses, lo único nuevo es la batería, todo el resto es original, ¡y anda impresionante!”, aseguró el laburante. Se trata de un rastrojero de 1964, tal como dicen los papeles.