Entre el cielo y la cancha fue. Amándose piernas, corazón, pelota. Estallando en un gol épico. Y como es con un beso o un adiós, creando poesía.
Iban catorce minutos del segundo tiempo en la Bombonera, el sábado 30 de abril de 2022. Frank Fabra, de Boca, desbordó por izquierda y entre cuatro jugadores de Barracas Central mandó un centro. El rival Brian Calderara despejó el balón con un desprolijo cabezazo, y desde el cielo bajó cerca de donde estaba el “Pipa”.
A partir de ese momento sucedieron creación, maravilla, belleza. Puede decirse que se trató de instinto, buen estado físico, acrobacia aérea, fortuita reacción. Pero los enamorados sabemos que es inspiración, magia, ángeles y poema.
Benedetto se levantó del césped y alumbró una tijera entre sus piernas, enviando la redonda al poste derecho del arco. Con un metro noventa y tres centímetros de altura, el arquero Rodrigo Saracho apenas la vio pasar, a un palmo de sus manos.
Ternura, caricias, mimos, potencia, besos, sueños, vuelo. Pobre enumeración para un golazo.
Es un gol que vale 1 , y para ganarle a Barracas Central una verdadera FINAL …