Indudablemente, donar sangre (y plasma) es donar vida. La generosa, altruista y voluntaria acción personal se contrapone con las sospechas de millonarias ganancias de quienes lucran con el valiosísimo y vital líquido. Así se desalienta la donación.
La donación de sangre y o plasma es la entrega del líquido orgánico más valioso de una persona, cuyo valor sería invaluable. La razón es simple: la sangre y sus componentes, como el plasma, no se pueden fabricar. En la Argentina, la donación de sangre y cualquiera de sus derivados (plasma, plaquetas, glóbulos rojos) es gratuita. Así lo establece la Ley 22.990, llamada Ley de Sangre. Asimismo, el Código Civil y Comercial, en el artículo 17, dice: “Los derechos sobre el cuerpo humano o sus partes no tienen un valor comercial, sino afectivo, terapéutico, científico, humanitario o social y sólo pueden ser disponibles por su titular siempre que se respete alguno de esos valores”
Entonces, si el o la donante entrega su sangre o plasma gratuita y solidariamente, ¿puede alguien cobrar 30 o 63 mil pesos por el fluído? Esto es el comienzo de la investigación penal por la que están acusados el médico Martín De la Arena, de la empresa Hemosalta, y la directora del Centro Regional de Hemoterapia, Betina Saracino.
Curros
A fin de septiembre, la titular del IPS, Gladys Sánchez, denunció que Hemosalta pasó a la obra social provincial una factura de $63.000 por un servicio de transfusión de plasma. El pedido fue rechazado. El IPS indicó que el valor del fluído para las obras sociales y privados, según nomenclador, es de $ 4607.88.
En realidad, el costo del plasma para el Estado se cotiza en alrededor de 900 pesos. Esto incluye la bolsa (lo más caro), como el líquido, insumos tecnológicos y trabajo humano.
El guarismo significa que el Estado subsidia la sangre y componentes. Dicho de otro modo, la pagamos todos y todas.
Entonces, si el Gobierno provincial le cobra a las clínicas de hemoterapia $ 900 por bolsa de plasma, y ellas reciben por parte del IPS $ 4607.88, la diferencia a favor de ellas es $ 3707.88.
En julio, cuando aún no habían estallado los contagios en Salta, de acuerdo a datos oficiales divulgados por FM Profesional, se entregaron a hospitales públicos 531 unidades de concentrado plaquetario. En la actualidad, con 14387 casos confirmados oficialmente, aunque sólo se haya requerido plasma para el 20 por ciento de los enfermos, se pueden estimar 2877 bolsas de plasma.
Saque cuentas.
LOS CENTROS PRIVADOS
En la provincia de Salta, tres son las empresas con bancos de fluídos vitales:
- HemoSalta (Martín De la Arena): provee a Clínica San Roque, Santa Clara de Asís y Altos de Salta, Hospital Privado de Tres Cerritos, El Carmen, Modelo, Sanatorio Parque
- Hemocentro Privado Salta (Fátima Analia Leytony Roberto Lovaglio): suministra a IMAC, Clínica Güemes, San Rafael y Maternidad Privada.
- Servicio De Medicina Transfusional (Betina Saracino): presta servicios a Cenesa, Virgen de Urkupiña, La Merced y algunos centros privados de diálisis como Fresenius
IMPUTADA
Betina Saracino fundó en 1988 el “Servicio de Medicina Transfusional Salta”, en el Instituto de Medicina CENESA (Zabala 432 En enero fue designada titular del estatal Centro Regional de Hemoterapia. Se investiga si continuaba dirigiendo su actividad privada al tiempo de su labor como funcionaria.