Por el momento no se avizora la vuelta a clases presenciales, ni siquiera en distritos sin circulación viral del COVID 19, como Salta. Al desastre educativo producido por la peste, se suma el descalabro a las finanzas de los colegios laicos “populares” que dependen sólo del pago de cuotas. Y trabajan más que antes.
– Profesor Pablo Pereyra, usted representa legalmente al Colegio Divina Misericordia y a los colegios privados laicos. ¿Cómo se mantienen, ahora con pandemia?
– Nuestro colegio, de la Divina Misericordia, es una colegio laico, por lo que no depende de la curia, tampoco integra el Consejo Provincial de Educación Católica (Coprodec), ni recibe ningún aporte estatal. Esto hace que nos mantenemos con la cuota que pagan los padres. Y en los tiempos que corren el pago de las cuotas depende de las posibilidades de los padres de cumplir. Hoy, las prioridades de los papás son diferentes. Muchos, al ver disminuidos sus ingresos, sacrifican las cuotas. Por eso nos encontramos en una situación muy delicada. Pero estamos trabajando, incluso más que antes, aunque no haya clases presenciales.
– ¿De cuántos colegios privados laicos hablamos? ¿Y a cuanto alcanza la disminución del aporte de cuotas?
– En la provincia somos 172 las instituciones privadas, 48 de las cuales no recibimos ayuda del estado. En el mejor de los casos, colegios privados, la mayoría católicos, reciben el 80 por ciento de los ingresos.
Y con respecto a la merma en las cuotas, en nuestros caso es del 62 por ciento. Pudimos cumplir con los haberes de marzo y de abril, gracias a créditos bancarios. Vamos a ver como hacemos con mayo. Tuvimos que dejar de pagar los aportes patronales, ya debemos más de un millón; esperemos que el Estado nos ayude con moratorias…
– ¿Y los costos fijos?
– La mayoría de los establecimientos funcionamos alquilando, no somos propietarios, algunos en cooperativa, y sólo en alquiler se paga entre 250 mil y medio millón de pesos.
LA VUELTA A CLASES PRESENCIALES
El Consejo Provincial de la Educación Católica (COPRODEC) pidió al Gobierno de Salta la reapertura gradual de la enseñanza, por terminación de DNI, y no en el servicio público de pasajeros. Punto Uno consultó el parecer del profesor Pereyra:
“Estamos en desacuerdo, primero, porque la mayoría de nuestros alumnos y muchos docentes se movilizan en colectivos. Por otra parte, un día de clases por semana, por terminación de DNI, desarma los grupos y no sirve académicamente. Y por último, mientras no haya una vacuna, que los chicos vuelvan a clases los pone en mucho riesgo”
IGUALDAD Y EQUIDAD
“Hay colegios privados con cuotas de $ 13 mil, y reciben aporte estatal; y otros como nosotros, con cuotas entre $ 2500 o 4500, sin ayuda. Por eso pedimos al Estado que el aporte sea igualitario y equitativo”, aseguró el profesor.
“Nosotros recibimos a alumnos con necesidades especiales, alumnas embarazadas, de todos los credos. Ayudamos al Estado. La igualdad y la equidad por parte de éste sería la contrapartida”, enfatizó Pereyra.
ENSEÑANZA DIGITAL
El profesor Pereyra contó que el colegio Divina Misericordia, que representa, mantiene el seguimiento académico con sus alumnos de modo digital. “Desde hace 3 años tenemos plataforma digital, 100 por ciento. Desde que empezó la pandemia estamos dando clase de este modo. Pero es un seguimiento, no hay calificaciones, y depende del Ministerio de Educación si este acredita conocimientos”, describió.