Las víctimas reciben llamados al celular, mensajes al E-mail o al WhatsApp. Presentándose como funcionarios de la ANSeS o usando imágenes con membrete oficial. Una maniobra: dicen que, para cobrar el bono de $37.000, debe descargarse una APP. Quien lo hace, pierde.
124.460 pesos. Este es el mínimo que recibirán, a partir de septiembre, jubiladas y jubilados.
El alivio se compone de un aumento por movilidad del 23,29% – aplicado sobre los $ 70.938 pagados en agosto – que arroja un ingreso básico de $ 87.459. Asimismo, el gobierno nacional dispuso un refuerzo de $ 37.000 durante septiembre, octubre y noviembre, para más de 5 millones de titulares de jubilaciones y pensiones mínimas.
Dicho de otro modo, entre el aumento por movilidad y el refuerzo significan $ 53.521 de incremento. Entonces, ningún jubilado o jubilada puede cobrar, desde este mes, menos de $ 124.459.
Pero las sonrisas pueden convertirse en llantos. Con tanto dinero, el diablo inspira a los estafadores.
“Me llamaron a mi celular de ANSeS, diciéndome que ya podía cobrar el bono de $ 53000 (Sic), sólo tenía que descargar la app (aplicación) ´Quick Support´”, contó Delia, de 63 años, una avispada jubilada de Villa San Antonio. Más o menos lo mismo recibió Pedro (70) en su WhatsApp. En este caso, la app que debía bajar a su celular se llama “TeamViewer”.
Afortunadamente, Delia y Pedro consultaron a la familia. De haber descargado estos programas informáticos, los delincuentes pueden tomar control del celular y vaciarles las cuentas bancarias.
Control total
Como herramientas digitales supuestamente legales, tanto Quick Support o TeamViewer (hay otras) se encuentran en Play Store. Permiten acceder de manera remota a dispositivos. Suelen ser utilizadas por técnicos de informática para hacer controles o reparaciones. Pero en manos de malos bichos, sirven para delitos a distancia.
Supongamos que la persona contactada, desprevenida, baja la aplicación de asistencia remota. Demora segundos. El funcionario trucho le pide entonces que le pase el código aparecido. Al obtenerlo, desde ese momento ya tiene acceso al celular ajeno (contactos, chats, mails, imágenes, cuentas de servicios y/o bancos)
El estafador arriba a la etapa final de la maniobra. Sin que la víctima sepa que ellos ya están con el control remoto del celular, le solicitan a ésta que abra su cuenta bancaria para “verificar que se ha realizado la transferencia”.
De este modo logran que abra el home banking, con el único dato que faltaba: la contraseña. El deleznable sujeto distrae a la víctima con tonteras, mientras manipula la cuenta bancaria, realizando transferencias a sí mismo. Cuando ya vaciaron todo, cortan la llamada.
OFICIAL
“ANSeS no se comunica en ningún caso para solicitar datos personales, bancarios, ni claves personales en forma telefónica, por correo electrónico, redes sociales ni mensajes de texto”, advirtió la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSeS)
El organismo nacional informó acerca de las estafas cometidas “por delincuentes que se hacen pasar por trabajadores del organismo, y que se comunican por llamadas telefónicas o de manera virtual, para extraer datos personales que usan para robar a los damnificados”.
Pidió desestimar y denunciar toda publicación que remita a formularios sospechosos, no verificables y cualquier invitación a acceder mediante un enlace simple a cualquier sitio web que no sea www.ANSeS.gob.ar.
SIN GESTORES
ANSeS informó que “Todas las consultas y trámites que se realizan tanto en su sitio oficial, así como en sus más de 400 oficinas, son gratuitos y llevados a cabo por personal capacitado, sin necesidad de recurrir a gestores ni intermediarios”
PHISHING, FISHING, VISHING, SMSHING
El phishing surge de la contracción de las palabras inglesas “phreak” y “fishing”. Significa la “pesca” de incautos a los que se lanzan los estafadores telefónicos.
El vishing (“voice”, de “voz”; y “fishing”) es una modalidad de lo mismo. Es la obtención de la credencial digital (código emitido por el “e-token” o contraseña electrónica) para sacar dinero de las cuentas.
Por último, el “smshing” (a partir de las siglas “SMS”, de “short message service” o “servicio de mensajes cortos”; y “fishing”) se basa especialmente en el envío de mensajes o de WhatsApp, haciéndose pasar por una entidad.