“C. fue violada por el padrastro y quedó embarazada a los 13 años. Fue apartada de sus hijas el año pasado tras una denuncia de su expareja, quien ejercía violencia de género y familiar…”. Violencia social y del estado contra una piba.
La periodista Claudia Ferreyra realizó un pormenorizado informe, el cual fue publicado el pasado sábado 10 de junio en “Salta 12” (https://www.pagina12.com.ar/556990-fue-nina-madre-y-8-anos-despues-el-estado-la-separo-de-sus-h)
“C. tiene 22 años y es sobreviviente de múltiples y continuadas violencias machistas y también institucionales. Fue madre luego de sufrir violaciones de su padrastro a los 13 años. A los 16, se puso en pareja con un hombre adulto con el que tuvo dos niñas, y que la violentaba. La joven dijo que este sujeto le hizo una falsa denuncia por la que sus tres hijas fueron institucionalizadas y el martes último se enteró que dos de ellas fueron dadas en adopción”, informó.
La joven se enteró por redes sociales de maltrato a niños en el Hogar Casita Feliz. Allí se encontraban, por decisión judicial, sus dos hijas de 4 y 6 años. Al arribar a la institución, le contaron que sus pequeñas ya habían sido entregadas en adopción. Se desmayó en la vereda.
La joven ingresó a un dispositivo estatal a los 4 años, no recuerda lo que había pasado esa vez con ella y su entorno familiar para que fuera institucionalizada. Cuando salió de allí, alrededor de los 11 años, fue a vivir con su madre que estaba en pareja con un hombre.
“A los 13 fui violada por mi padrastro”, relató C. Contó que este hombre reiteraba esas violencias contra ella y su hermana melliza todas las noches, hasta que una vez, con mucha valentía, logró escapar. “Me escapé desnuda por el techo de la casa. Me estaba violando. Todas las noches era lo mismo. Salí corriendo hasta la policía de la (Comisaría) 10°”, expresó.
El padrastro fue detenido, pero en la revisión médica legal practicada a C. se detectó que estaba embarazada. En aquel momento en el país ya había la posibilidad de la interrupción legal del embarazo por causal de violación aunque no siempre las víctimas accedían a ese derecho. “Yo nunca quise abortar”, aseguró al recordar aquel momento.
16 años
Tiempo después, cuando tenía 16 años, C. conoció a un hombre adulto que la doblaba en edad, con quien entabló una relación de pareja y se fue a vivir con él. “Yo quería desaparecer de mi familia” y vio en ese sujeto la forma de salir de allí, aunque él también la sometería a otras violencias. Al retirarse de la casa materna, relató que la madre se negó a entregarle su hija y luego le impidió verla.
Tuvo otras dos hijas con su pareja, cuando nació la más pequeñita, él empezó a ejercer violencia contra ella y también maltrataba a las niñas. “Empezaron las discusiones, me empezó a golpear, a maltratar”. En ese contexto, en 2022 este hombre la denunció en la Secretaría de Primera Infancia, Niñez y Familia asegurando que ella maltrataba a las nenas, que se “drogaba” y “tomaba pastillas”, acusaciones que la mujer negó.
Ante esa denuncia de su ex, en el marco de la violencia de género, intervino la Secretaría. C. contó que desde esa institución, el 27 de febrero de 2022 a las 11.55 de la mañana le quitaron a las dos hijas pequeñas que convivían con ella y las institucionalizaron en el Hogar Casita Feliz. Lo mismo pasó con la niña de 8 años que estaba siendo criada por la abuela materna, a quien llevaron al dispositivo “Casita de Luz”, del barrio Castañares, separada de sus hermanitas. “De ahí no sé más nada de ellas, no las veo, no tenía visitas”, relató su mamá.
SIN SUS HIJAS
Según la periodista, C. dijo que no fue informada de que sus hijas habían sido puestas en adopción, y desconoce qué pasó con su hija de 8 años.
“COSETE ABAJO”
La jueza Claudia Güemes tomó intervención en la causa. C. dijo que le prohibió visitar a sus hijas y respecto a la niña de 8 años, le impedía acercarse a 400 metros. “La jueza me decía que no abra las piernas, que me tenía que coser abajo para no traer más hijos a sufrir”, contó C. entre lágrimas.
RESPUESTAS OFICIALES
La secretaria de Primera Infancia, Niñez y Familia, Carina Iradi, dijo respecto al caso de C. y sus hijas que hubo un control de legalidad de parte de la jueza sobre el proceso y además “las partes fueron notificadas en tiempo y forma”. “Hubo un abordaje, informe socio ambiental, distintas alternativas para que las niñas vuelvan a su grupo familiar pero no se pudo revertir la situación”, refirió.
Desde la Asesoría General de Incapaces (Asesora Nº 4, Noelia Pérez) confirmó que “efectivamente, las niñas fueron dadas en guarda con fines de adopción”. La funcionaria también dio a conocer “que se cumplieron con todos los requisitos legales”, que antes de que “se declare el estado de adoptabilidad de las niñas se intentó la revinculación y se cumplieron con todas las medidas legales, y sobre todo, se escuchó a las niñas”.
El Poder Judicial comunicó que C. “fue notificada de la declaración de adoptabilidad en noviembre del año pasado. Tenía defensora oficial. La situación de adoptabilidad fue apelada y confirmada por la Cámara de Apelaciones en lo Civil y Comercial en febrero de este año. Estuvo representada en el juicio de adoptabilidad por la Defensora Oficial Civil 9”.