El abogado Hernando de Lerma, el 16 de abril de 1582, encontró un pedazo de tierra seca entre los humedales, plantó un poste y fundó un asentamiento español con su nombre. Desde unos cuantos siglos antes ya vivía gente. ¡Feliz 441 años!
Clima agradable; vistas encantadoras; deliciosas comidas gauchas, españolas, indígenas en sabrosas mezclas; vinos que son néctares; construcciones con recovas, balcones de nobles maderas y centenarios adobes; amabilidad, calidez, gentileza, gracia, discreción, ingenio, donaire en sus personas; y una historia de dignidad, amor, lucha y contradicciones lograron que la suma de encantos se convierta en la popular expresión: “Salta, tan Linda que enamora”
El sencillo y erudito historiador Miguel Ángel Caseres, salteño con sangre andina, sostuvo que esta tierra bella “no estaba despoblada al momento de la conquista”. Había pueblos antiguos, organizados, cultos, que vivían en libertad, respetados por los incas. Pero que con la llegada armada de los españoles se plantaron en resistencia. Eran las culturas llamadas diaguitas calchaqui (sin acento en la “i”, lengua cacán)
Dicen que era judío (converso) Hernando de Lerma. Donde hoy se encuentra la plaza principal, lejos de los indios, el abogado sevillano plantó bandera (o poste) Tal vez para no despertar sospechas, un domingo de Pascua, el 16 de abril de 1582, le puso nombre de santo al asentamiento. Y por las dudas, le agregó a quien pertenecía, y en donde estaba. Entonces, fue San Felipe de Lerma en el valle de Salta.
GAUCHOS SALTEÑOS
Amado por su pueblo. Luchando, al frente de la paisanada. Único comandante de la Patria muerto en combate. Don Martín Miguel. Gaucho, general y gobernador salteño.
“Me gusta el concepto que usan los estadounidenses, ´Padres Fundadores´, que es más abarcativo y justo, y a la vez menos frío, que el de prócer. En la lista no podría faltar nunca Güemes… Sin la lucha que él encabezó, probablemente nuestro país tendría hoy, con suerte, a Córdoba como límite norte”, aseguró el historiador Felipe Pigna.