Ricardo Javier Cuéllar es juzgado por un homicidio ocurrido el 18 de enero de 2020, en barrio Castañares (Ciudad de Salta). La víctima fue Abel Leonardo Guzmán (20). Los testimonios abonan que actuó en su legítima defensa.
El miércoles 1 de marzo pasado comenzó, en la Sala VII del Tribunal de Juicio, la audiencia de debate seguida contra Ricardo Javier Cuéllar, acusado por homicidio agravado por el uso de arma de fuego en perjuicio de Abel Leonardo Guzmán (20).
El imputado declaró, contestando a preguntas de las partes y del tribunal. Relató que la noche de ese 18 de enero estaba en su casa con sus dos hijos (16 y 26 años). La esposa no se encontraba en ese momento pues había ido a visitar a su madre.
Contó que se acostó a la medianoche y alrededor de las 2.30 escuchó ladrar a sus perros. Se levantó y miró por el balcón. Explicó que su habitación y la de sus hijos están ubicadas en la planta alta y, debajo, funciona su local comercial.
Al ver a una persona parada en la escalera le gritó: “Chorro de mierda, qué hacés aquí”. Precisó que el intruso se quedó quieto, los perros sin atacarle pero ladrándole. Explicó que había decidido llevar a su casa un pitbull y un ovejero alemán justamente porque había sido víctima de varios robos.
Otro intruso
Ricardo relató que volvió a gritarle al intruso para que se fuera y, en ese momento, escuchó pasos en la escalera y vio a una segunda persona. Estaba oscuro y llovía así que sólo distinguió bultos. Se asustó y buscó su arma, una pistola que siempre tiene en la mesa de luz, junto con la plata de la recaudación de su negocio. Esa noche también guardaba dinero de la venta de una camioneta.
Cuéllar afirmó que volvió a gritar, sintió dos estampidos (disparos) y entonces él gatilló sacando la mano y tirando el cuerpo hacia atrás, sin apuntar a nadie. Dijo que no sabe cuál de los dos sujetos efectuó los disparos que escuchó.
Aseguró que tenía una sola munición. “Por eso, después de tirar me tiré hacia atrás, me quedé callado, quieto… Pensé que iban a entrar a los dormitorios, donde estaban mis hijos. Cuando me asomé al balcón ya no vi a nadie”.
El acusado remarcó que nunca pensó que había acertado al disparar porque gatilló sin ver. “Yo no apunté a nadie. A mí me entraron a robar como treinta veces, denuncié la mitad de los robos. Muchas veces salí con el arma en la mano y nunca disparé. Mi intención fue hacerles saber que estaba armado”, expresó.
Los disparos
El vecino manifestó que después de eso se descompensó, porque tiene diabetes nerviosa. Les pidió a sus hijos que cerraran todo y se quedaron adentro, en un comedor que da al otro pasillo. Aseguró que no escucharon cuando la policía llamó a la puerta y que, al advertir la presencia, abrieron. Los efectivos le preguntaron si estaba lastimado. Él les relató lo sucedido. Les dijo que había hecho un solo disparo al piso y que los intrusos habían hecho dos o tres hacia arriba, en dirección a él.
A continuación lo llevaron a la comisaría para que hiciera la denuncia y allí le informaron que había un herido de bala. Luego lo trasladaron a la Alcaidía y, el lunes o martes siguiente, cuando fue a verlo su abogado, le contaron que el chico (Guzmán) había fallecido.
El acusado señaló que no lo podía creer. Hasta el día que verificaron que el proyectil que le causó la muerte a Guzmán había salido de su pistola, él seguía pensando que quizás los dos sujetos se habían disparado entre ellos.
Cuéllar manifestó que en la Alcaidía recibió amenazas y tuvieron que trasladarlo a un pabellón especial. Luego le dieron la prisión domiciliaria. Sostuvo que su familia también fue amenazada.
El imputado afirmó que en la esquina donde está su casa hay un poste de alumbrado público pero esa noche no funcionaba. Dijo que, permanentemente, algunas personas rompen el foco para poder vender drogas.
MIEDO
El jueves 2, durante la segunda jornada, declaró un perito que intervino el mismo día del hecho entrevistando al acusado, a su pareja y a vecinos. Señaló que algunos residentes del pasaje no quisieron identificarse por temor a posibles represalias de una familia problemática que vive en la zona.
Del relevamiento surgió que algunos vecinos conocían a Guzmán y lo señalaban como autor de varios ilícitos. También dijeron conocer a Cuéllar y estar enterados de que habían entrado a robarle en numerosas oportunidades.
TRIBUNAL
El juicio se lleva a cabo con tribunal colegiado integrado por los jueces Paola Marocco (presidenta), Federico Diez y Francisco Mascarello (vocales).
POCA LUZ
Un policía describió que llovía la noche del 18 de enero. Sostuvo que había poca iluminación en la calle, donde hay una luminaria con luz amarillenta.