Tal como hace una semana advertíamos en éstas páginas, el viernes 21 de agosto, desde el gobierno de Salta, se dijo que los médicos pronosticaron que en diez días se verán las consecuencias de las aglomeraciones de personas en los espacios públicos durante el Día del Niño, la marcha opositora del 17 de agosto, las reuniones sociales y las fiestas clandestinas. El miedo de los laburantes.
Plaza Nueve de Julio. Soleado pero fresco mediodía del viernes 21 de agosto. El céntrico café y restaurant salteño está ocupado, en su interior y vereda, en menos del veinte por ciento. “Si, hay pocos clientes, pero es mejor que nada. Lo peor que nos puede pasar a los trabajadores es que la provincia vuelva a la Fase 1, y cerrar las puertas”, expresó, preocupado, el cajero.
Con casi 1500 contagiados y 30 fallecidos, en una situación provincial de creciente angustia, su preocupación no es exagerada. “Si cerramos, muchos vamos a perder el trabajo”, sostuvo el gastronómico. “Acá (en el local comercial) nos cuidamos y cuidamos a los clientes; pero tenemos miedo de que así como el gobierno cerró el turismo interno, nos cierre a nosotros”, finalizó.
De otro modo, el gobernador de Salta Gustavo Sáenz manifestó su hartazgo por las cotidianas violaciones del distanciamiento social y las medidas sanitarias. E insistió, casi en tono de súplica, evitar las reuniones sociales. De acuerdo al mandatario, los especialistas le advirtieron que en los próximos diez se verán “las consecuencias de la aglomeración personas”, en referencia explícita a las multitudes reunidas en ocasión del Día del Niño y el “Banderazo” opositor del lunes 17 de agosto.
De acuerdo a los epidemiólogos, los contactos personales establecidos en las reuniones sociales (sean eventos familiares, amistosos o fiestas clandestinas) detonan los contagios. Y entre ellos señalan una fecha clave: el lunes 20 de julio, Día del Amigo.
La noche y la irresponsabilidad
El gobierno salteño suspendió el turismo interno y estableció la prohibición de circular entre la medianoche y las 6 de la mañana. Para aquellos que duermen, esto no es problema, pero muchas personas usan este horario para sus contactos sociales.
Sáenz sostuvo ayer que la medida no se debe a que el virus salga de noche, sino a que “el virus está” y que son los salteños irresponsables los que realizan juntadas después de las 00.
“De noche salen los irresponsables. Los irresponsables se quedan compartiendo un fernet, una cerveza y un montón de cosas que hacen que el contagio se dé mucho más rápido al transmitir el virus a sus padres”, remarcó.
Y apeló a la responsabilidad de todo el pueblo. “Acá nadie se salva solo, acá necesitamos que todos seamos responsables, que individualmente cumplamos con los que nos piden los infectólogos. Estamos pidiendo responsabilidad, acá nadie puede decir que hace 5 meses que está encerrado, Salta es una de las provincias que pudo tomarse ciertas licencias que otras no”.
POR UNO, 70 CONTAGIADOS
La ministra de Salud Pública, Josefina Medrano, también dijo que el aumento de casos es el resultado de reuniones sociales, que “se han transformado en un factor de riesgo para el sistema sanitario”. Y describió: “En una reunión de 10 personas, si hay una positiva, va a contagiar a otras 5, las cuales van a su casa, al trabajo. A partir de una persona positiva, se han dado casos de contagio de más de 70 personas”
EXPONENCIAL
A mediados de julio, Salta apenas tenía 128 casos de coronavirus y dos muertos. Al 21 de agosto, los contagiados orillan los 1500 y las víctimas fatales 30. El crecimiento fue exponencial.
INEVITABLES
Carlos Lewis es el dueño de la Finca Santa Anita, en Coronel Moldes, establecimiento turístico, museo y finca agrícola. Ante la reinstauración de la Fase 1 en el pueblo, sostuvo a Norte Social: “Estamos recontracomplicados, no tenemos los recursos para pagarles a nuestros empleados, y es terrible para los que viven sólo del turismo. Vivimos en un lugar de paso, y no está claro como se producen los contagios. Los contactos sociales, familiares, son inevitables, no por irresponsabilidad. Y ahora hay miedo”