El periodista y diputado nacional por Salta, Martín Grande presentará un proyecto de ley para que el gobierno argentino estudie al dióxido de cloro como tratamiento contra el Covid 19 y otras enfermedades. La OMS y la mayoría de las naciones aseguran que hace daño. Quienes se tratan con el compuesto, lo desmienten.
“Comprobé personalmente el bien que le hizo a muchas personas, y a mi me curó”, aseguró Martín Grande a Norte Social.
– ¿Será por eso que los laboratorios, incluso la OMS, lo descalifican?
– ¡Pero absolutamente! Vos imaginate lo que significan los negocios de las vacunas! ¿Cuántos millones de dólares hay de por medio? En estos momentos hay dos mil médicos en el mundo investigando con el dióxido de cloro… No van a poder tapar esto, no van a poder ocultarlo!
Debido a los testimonios recibidos y su beneficiosa experiencia personal, el periodista y legislador nacional sostuvo: “terminé un proyecto para presentar en Diputados de la Nación, con objeto de que el gobierno nacional investigue el dióxido de cloro. Hasta el momento, el problema es que los estados, vaya a saber porque, no ordenan hacer investigaciones. Al contrario, ¡el gobierno de Jujuy dijo que el dióxido de cloro es veneno! Si es así, ¡yo debería estar muerto!”
De Alemania a Salta
El divulgador original del uso del dióxido de cloro para tratar el corona virus y otras enfermedades es el doctor alemán Andreas Kalcker. El producto y cura que propone reuniría tres condiciones: es facilmente conseguible, económico y curativo.
En Salta, la arquitecta Virginia Cinalli, en entrevista con Martín Grande, contó que consume dióxido desde marzo, cuando por una gripe decidió tomarlo y se recuperó en 24 horas. También les dio a sus hijas que se curaron de alergias y tras ver que era realmente efectivo, lo compartió con sus amigas y vecinos.
Relató que uno de sus vecinos que había llegado de España con síntomas de COVID-19 decidió tomar la sustancia y en menos de 24 horas ya se había curado. Lo mismo sucedió con un paciente terminal de Buenos Aires, que además de terminar con sus síntomas, recuperó parte de la vista que había perdido por otra enfermedad.
Por su parte, Freddy Moscoso, medico jubilado, señaló que hace años consume el producto. De acuerdo a sus expresiones, el objetivo no es promocionar ningún producto para automedicación, sino “solamente pedir que las autoridades sanitarias de Salta se interioricen y estudien seriamente los efectos del mismo”
A favor y en contra
Martín Grande relató que junto a los legisladores nacionales Miguel Nanni, Virginia Cornejo y el senador provincial Guillermo Durand Cornejo se reunieron con la Asociación de consumidores de dióxido de claro. “Los testimonios nos marcaron; a mi me afectó profundamente”, aseguró.
“Esto lo conozco personalmente; una mamá sacó a su hijo de lo más profundo del autismo. No tenía contacto ni relación con nadie ni con nada, y de golpe y porrazo , en la primera dosis, ya hizo contacto visual con su hijo. Ahora, después de dos meses de tratamiento, el chico es otra persona”, aseguró el diputado.
Entidades internacionales rechazan su uso. Tanto la OMS como la Organización Panamericana de la Salud indicaron que el dióxido de cloro tiene efectos negativos en los tejidos humanos e irritación de la boca, estómago y el esófago. Además, la Asociación Toxicológica Argentina asegura que no sólo no está probado el efecto de la sustancia, sino que provoca problemas de salud, como inflamación en los pulmones, edema de glotis y broncoespasmos.
Por su parte, el médico salteño Bernardo Biella – asesor del COE Salta – destacó que quienes se curen de coronavirus no lo lograrán gracias a este producto, que no cumple ninguna función terapéutica y no es un medicamento. Aseguró que no provoca ningún efecto en el cuerpo para mejorar el padecimiento del COVID-19, y sus efectos secundarios son graves.
En el mundo, en Latinoamérica, en Salta, millones de personas aseguran que el dióxido de cloro los ha curado y les ayuda. Cabe a las autoridades e investigadores resolver.
COSTO
El precio del supuesto remedio oscila entre 7 y 30 dólares, según la cantidad. Sin embargo, Martín Grande contó: “Mirá, Andreas Kalcker, el alemán éste tan denostado, te cuenta en internet hacértelo en tu casa, con diclorito de sodio, agua y ácido cítrico, no tenés que comprarlo hecho. Yo lo compro pues no tengo tiempo, pero acá en Salta hay gente seria cuatro o cinco, que lo hacen y lo venden a seiscientos pesos el frasco, y es para el mes, obviamente que no es caro por los beneficios que tiene”
“A MI ME CURO”
“Me desperté a las 3 de la mañana con un fuerte dolor de garganta, con fiebre, e imaginate, yo trabajo con la garganta, si no tengo voz no puedo trabajar. Entonces tomé dióxido de cloro, una dosis cada hora. La cuestipón es que a las 7 de la mañana ya pude trabajar, ya no tenía dolor, me quedó una cierta molestia, pero al otro día ya había desaparecido todo. Entonces me dí cuenta que esto algo tiene”Martín Grande.
PEDIDOS
“Si, vienen muchas personas a pedirme dióxido de cloro, pero no lo vendemos, y tampoco hay drogerias en Salta que lo vendan. No puedo asegurar que cure, pero si que ningún laboratorio va a avalarlo”, aseguró una bioquímica y farmaceútica de la zona Sur consultada por Norte Social.