NUESTRAS PEQUEÑAS ALEGRÍAS

NUESTRAS PEQUEÑAS ALEGRÍAS

Desde diciembre de 2023, domina la ideología de que la culpa de todos los males la tienen el peronismo, la “casta política”, los zurdos, el estado. Y la pobreza es un problema individual, por vagancia o ineptitud.

 

Pero dos pases nos alegraron la vida.

“Asistencias” le dicen. O sea, precisas entregas de la redonda al pie del compañero para que se hagan goles. Los dos ante Canadá, el jueves 20 de junio, en la Copa América que se juega en EE.UU.

El autor de los preciosos toques fue Lionel Messi. Los receptores y convertidores, Julián Álvarez y Lautaro Martínez. Dos a cero.

Algunas queridas amigas, con resignada indulgencia, critican mi amor futbolero. Dicen que es el “nuevo opio de los pueblos”, “la mejor droga del poder imperialista”, negocio de los poderosos; diversión de millonarios corriendo con una camiseta albiceleste.

JULIÁN ÁLVAREZ

“Mientras el país se desmorona, esta pequeña alegría, pegajosa, pegadita al pie, que nos ha dado la Selección nos permite seguir creyendo en esa esperanza imaginada”. El concepto pertenece a José Luis Lanao. Periodista, ex jugador de Vélez, clubes de España y campeón mundial 1979.

 

Deshumanización del otro

El fracaso del gobierno de Alberto y Cristina Fernández (2019/2023) lo fue más que en economía. Defraudó las convicciones peronistas y progresistas. Y permitió que gran parte de los humildes, pobres, eligiesen a Javier Milei como presidente.

Desde diciembre de 2023, domina la ideología de que la culpa de todos los males la tienen el peronismo, la “casta política”, los zurdos, el estado. Y la pobreza es un problema individual, por vagancia o ineptitud.

La triunfante narrativa de poder legitima la deshumanización del otro. El poder de las individualidades. Normalizando la desigualdad, la autoexplotación, el miedo y odio al diferente, las broncas. Cero solidaridades.

 

Tan tonta como hermosa

A nadie le cambian la vida los goles de la Argentina ante Canadá, en la Copa América. Pero el triunfo es impagable.

Pobreza intelectual, circo, vasallaje de hincha argentino, dirán críticamente.

LAUTARO MARTÍNEZ

Pero en los corazones del pueblo, los goles son amores, sueños, mitos, emociones, épicas, recuerdos de potrero, canchas, amistades. Hermosa, tonta, gloriosa alegría.

“Necesidad de un fútbol empecinado en persuadir, en hechizar, en cautivar. En juntarse, mezclarse, reconocerse a través del balón, hasta que se abran los espacios, se fabriquen los vacíos, y se aireé la creatividad”, dijo el excampeón.

“Suficiente para subirse a la esperanza y regalarle un esplendor enorme de alegría a este pueblo empobrecido”.

 

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