Independientemente de todos los problemas, carencias y ausencias, reclamos e irresponsabilidades en la educación, el regreso a las aulas desde hoy afronta dos desafíos inéditos, uno de ellos escasamente debatido: la pedagogía y la convivencia en tiempo de pandemia.
Hoy, luego de un año sin clases, vuelven chicas y chicos a a las aulas. Con protocolos. Niños y adolescentes con distancia social, barbijos, alcohol, burbujas, iniciando una educación híbrida entre la presencialidad y la virtualidad.
La letra de los resguardos sanitarios se pondrán a prueba a cada momento. Tengan seis o dieciséis años, ir a la escuela o el colegio significa también (y primordialmente) reencuentros y nuevas relaciones. ¿Cómo harán docentes y estudiantes para controlar abrazos, besos, juegos, confidencias? Así nos criamos y educamos. Es cultura basada en los contactos, desde el seno materno, con rastro en las mentes.
Se supone y confía que los contactos estrechos – sean en el aula, los recreos, a la entrada y salida – sean sustituidos por palabras y miradas a distancia. Y para quienes pueden, a través de celulares o computadoras.
Una imprevista novedad en la educación primaria y secundaria salteña, imprevista exactamente un año atrás. Donde se mezclan cuidados y esfuerzos individuales con ejercicios colectivos, solidarios, cooperativos y colaborativos. Pedagógicamente, se le llama educación invertida. Estudiando y aprendiendo fuera del aula, y luego, en forma presencial, compartir. Una interpelación educativa desafiante, demandante de nuevos roles.
Puesta a prueba
Antes de la pandemia, estábamos acostumbrados a que a partir de marzo, calles, colectivos, estacionamientos, veredas, ciertas cuadras se poblasen de miles de miles de niños y adolescentes. Luego de 60 mil personas muertas en la Argentina y alrededor de 26 mil contagiados y contagiadas en Salta, por la peste, la gran mayoría comenzamos a cuidarnos, fundamentalmente con la distancia social y usando barbijos.
Por eso es que será toda una prueba para todos y todas, comenzando por el Estado, volver a clase sin que esto se torne en descontrol.
Sólo en la ciudad de Salta hay 172 escuelas y/o colegios. En algunas, funcionan desde jardín de infantes a enseñanza secundaria. Una movilización infantil y juvenil peligrosa si se descontrola.
AULA INVERTIDA
El aula invertida (en inglés, flipped classroom) es una modalidad de aprendizaje semipresencial o mixto. El término “aprendizaje mixto” es la traducción del anglosajón blended learning. Este tipo de aprendizaje pretende utilizar dos estrategias, la presencial y la virtual tomando en cada momento lo mejor de ellas.
MULTITUD
En la ciudad de Salta hay unos 172 escuelas y/o colegios. En algunas funcionan hasta tres o cuatro niveles educativos, como en los más conocidos Colegio Nacional y la Escuela Normal. Significa una multitud infantil y juvenil.