PERPETUA: LA MATÓ PARA ROBARLE LAS ZAPATILLAS

PERPETUA: LA MATÓ PARA ROBARLE LAS ZAPATILLAS

Lo que comenzó en una juntadera de jóvenes pobres para consumir drogas y alcohol, devino en un espiral monstruoso de muerte y complicidades. Así concluyó el tribunal al condenar a Jorge Ignacio Olmedo a prisión perpetua, por  femicidio y alevosía contra Paola del Milagro Ávila.

 

Por Stephanie Tiemersma
y Dario Illanes

 

 

Los jueces de la Sala VII del Tribunal de Juicio Federico Diez (presidente), Paola Marocco y Francisco Mascarello (vocales) condenaron a Jorge Ignacio Olmedo (alias “Colita”) a la pena de prisión perpetua, por ser autor del delito de homicidio agravado por alevosía y por mediar violencia de género (femicidio), en perjuicio de Paola del Milagro Ávila. El fallo fue dado el martes 22 de noviembre, en la ciudad de Salta.

Gladys del Milagro Pastrana (alias “Mili”), Romina Gimena Bracamonte (alias “Rumi”) y Claudio Mario Herrera (alias “Cuqui”), fueron condenados a la pena de tres años y seis meses de prisión efectiva, por ser autores del delito de encubrimiento agravado.

Por su parte, Javier Alejandro Alfaro (alias “Javi”), Leonel Edgar Raúl Suárez (alias “Leo”) y Cristian Rubén Salas (alias “Lupín”), fueron absueltos del delito por el que habían llegado acusados al juicio, por haberse aplicado el principio de la duda, in dubio pro reo.

Finalmente, Pablo Guillermo Campos (alias “Pelado”) y Ezequiel Alejandro Guzmán (alias “Keco”) fueron absueltos de forma lisa y llana, por haber desistido la fiscalía de la acusación penal al momento de los alegatos. En relación a ellos, se declaró que el presente proceso no afecta el buen nombre y honor del que hubieran gozado con anterioridad.

Salas, Suarez, Alfaro y Guzmán recuperaron su libertad una vez finalizada la audiencia.

AQUÍ APARECIÓ EL CADAVER DE PAOLA AVILA

 

Una madrugada de enero

En el populoso barrio Puerto Argentino, la madrugada del 17 de enero de 2020, fue asesinada Paola Ávila. Con la cabeza destrozada por un bloque de cemento. Era una joven madre de 32 años, con tres hijos pequeños.

Paola estaba sin pareja. De noche solía reunirse con sus pares para tomar y compartir las drogas de la miseria.  El cadáver estaba detrás del abandonado Centro Vecinal, conocido como “El Tinglado”. Rodeado por el canal de desagüe con el caribeño nombre de “Costa Dorada”

Paola, al ser hallada entre la maleza, tenía la cabeza destrozada por dos fragmentos de un bloque de cemento. Tenía un pecho semidescubierto y le faltaban las zapatillas.

La fiscal Mónica Poma, en su alegato, consideró a “Colita” Olmedo como autor del asesinato,  motivado por la codicia de un par de zapatillas y 200 pesos para seguir drogándose. Otros seis imputados (Herrera, Salas, Pastrana, Bracamonte, Alfaro y Suárez) pasaron a ser encubridores.

De acuerdo a la funcionaria, diseñaron un macabro plan para culpar al “Pelado” y hacer zafar a Olmedo. Mientras que por Campos y Guzmán pidió las absoluciones.

 

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