Con cada día más contagiados y muertos, y el tardío anuncio de la circulación comunitaria de Covid 19, se exponen en brutal contraste pocos logros y demasiados errores y omisiones. El gobernador es el capitán del barco, pero no es toda la tripulación, la cual malogró el rumbo. Indudablemente, cabe la rectificación de quienes se encargaron de la emergencia y la salud de la provincia.
Todo forma parte de secretos hablados por todos. Materia común de conversación en los barrios y pueblos, presente en las redes sociales – y no en “fake news” – y expresadas políticamente en la Cámara de Senadores de la Provincia. En la Cámara Baja entre los excesos de adulaciones y la bajísima solvencia legislativa, son escasas la voces que alertaron.
En marzo, a dias de comenzada la pandemia, Punto Uno buscó a las autoridades del Ministerio de Salud para consultar la disponibilidad de camas críticas, con lo que significaban en equipamiento tecnológico y acompañamiento profesional. El silencio fue total. En el mejor de los casos, alguien de prensa institucional comentó a modo de torpe excusa: “lo que pasa es que con lo que pasa (sic) la ministra y las autoridades no pueden atender”.
De éste modo, el pueblo se quedó sin información pública por discriminación y ocultamiento de datos al periodismo independiente.
El dedo y el sol
Poco más de cinco meses han transcurrido desde el inicio en el país de las medidas sanitarias oficiales en función de la pandemia. La iniciativa y conducción la marcó el presidente Alberto Fernández, con apoyo de todos los gobernadores, entre estos, Gustavo Sáenz. Hubo interés de equipar hospitales públicos para las internaciones y equipar personal., fundamentalmente en ciudad de Buenos Aires y Area Metropólitana.
En el caso de Salta, ahora se sabe que habría 512 camas con intubadores. El problema es que, además de que son escasos y están demasiado concentrados, no hay quienes atiendan. Las quejas que se escuchan por parte de profesionales y pacientes es que en hospitales claves, como en Tartagal u Orán, faltan insumos y personal.
Esto tiene que ver con recursos no girados o mal administrados. Pero, habiendo transcurrido cinco meses nada se hizo para capacitar a médicos y enfermeros en atención viral.
Y para colmo, practicamente desde fines de julio se sabía que la situación sanitaria local hacia “tic-tac”. Era una bomba. Entre la gente, sólo necios e irresponsables negaban que en la ciudad habia circulación comunitaria. Entre los mencionados, viva la joda, y sigamos contagiando.
El problema es por parte de los funcionarios. Recién esta semana admitieron lo por todos sabido.
Alguien debe pedirles que se vayan y atender en serio a los ciudadanos.
DENUNCIAS
En toda la provincia se suman las críticas ante la falta de controles, testeos, hisopados y atención ante síntomas de Covid 19. El caso mas notorio en los medios fue el de la fiscal de Derechos Humanos Verónica Simesen de Bielke, a quien se le diagnosticó la enfermedad pues ella pagó, en bioquímica privada, el examen. En otro caso, la constatación del virus se dio en la camilla de una morgue.
MUCHO MAS DE LO QUE SE DICE
La circulación comunitaria de COVID-19 en Salta significa que hay personas que tienen el virus y no lo saben. Según los infectólogos, cuatro de cada cinco personas que padecen la enfermedad no tienen síntomas. En especial niños, adolescentes y jóvenes. Y son quienes más contagian.