El Covid 19 es una amenaza tan invisible como real y arrasadora. La pobreza y la indigencia son palpables como la necesidad diaria de comer. Como en una guerra, los dirigentes de los estados responden: codicia o pueblo.
Los países se cierran, como los distritos, municipios o provincias. El comercio internacional y local cae a niveles de principios del siglo XX. En pleno auge de lo que se pensaba que era la expasión del capitalismo global, de la globalización, se regresa prácticamente al feudalismo, a la actividad limitada al terruño.
Pese a que la humanidad, en su desarrollo científico y tecnológico, sondean los límites del sistema solar y la vida artificial, un ser microscópico, un virus, desafía y detiene la actividad normal de las naciones y personas.
Hasta el momento en el mundo no hay remedio contra el coronavirus. Sólo la prevención, la cuarentena, lavarse las manos y usar barbijos pueden, relativamente, impedir su dramática expansión.
La pandemia es mundial. Sus efectos son globales. Con mayor o menor efectividad, sólo los estados enfrentan al covid 19.
Y los estados son nacionales, provinciales y municipales. De acuerdo a sus dirigentes la dirección será beneficiosa para sus habitantes, el pueblo, o autoritaria, tiránica. Negocios, codicia, o vida.
Estado de incertidumbre
La pandemia, como el aire, está presente, amenazando la salud y la vida.
Inevitablemente, los estados deben disciplinar a sus sociedades. Como en una guerra. Se trata de un estado de incertidumbre.
De lo que se trata es si lo hacen a favor de los mercados o la gente. Las decisiones giran entonces a la dirección de la acumulación de ganancias y poder. Los estados, sus dirigentes, mandan.
Dicho de otro modo: estado policial o estado de protección.
El gobierno de Alberto Fernández se destaca en el mundo por haber controlado la expansión del virus y ayudar con lo básico a los más pobres, entre estos a la clase baja y parte de la clase media. Salta se vio beneficiada por las medidas nacionales.
Lo más notable de la administración del gobernador Gustavo Sáenz es haberse adherido a la Nación e implementar el COE (Cómite Operativo de Emergencia). El control de la pandemia responde a las acciones de este orgamismo. Lo peor de la gestión del gobierno provincial es la distribución presupuestaria. Por ejemplo, de mano del servidor público Nicolás Demitrópulos, quien les quitó recursos a recursos esenciales, como la prensa independiente y la salud.