O viajá y hacé turismo, si tenés plata. La aplaudible decisión del Gobierno de Salta de habilitar el turismo interno se vio opacada por las limitaciones a la mayoría de la población. Esto por cuanto sólo es posible visitar otra localidad de la provincia contando con reserva hotelera y/o gastronómica, o contrato con agencia.
El turismo – según la OMT Organización Mundial del Turismo – comprende “las actividades que realizan las personas durante sus viajes y estancias en lugares distintos a su entorno habitual” Lo realizan turistas, quienes consumen y dan origen a la producción de bienes y servicios que satisfacen las necesidades del visitante.
El turismo es recreación y cultura, para visitar paisajes y conocer o reconocer estos, como costumbres y tradiciones. Entonces, el turismo primero es cultura, y luego, como consecuencia, una actividad económica. No al revés.
La apertura del turismo interno resulta estupenda. Empero, sólo para beneficio de empresarios, sus trabajadores; y salteños y salteñas que dispongan de un mínimo de 20 mil pesos para pagar.
Al dejar de lado la cultura, la mayoría de los comprovincianos quedaron excluídos del circuito económico.
“Incongruencia”
Martín Abarzúa Dávalos vive en la ciudad de Salta. Fuera de su actividad profesional (como diseñador gráfico y profesor de yoga), es un deportista ecológico que practica ciclismo de montaña, mountain bike y trekking. Entre una y dos veces por semana recorría con sus bicicletas parajes inaccesibles entre y en los cerros y montañas salteñas, realizando además fotografías. Desde principio de marzo, en razón del COVID 19, interrumpió las excursiones.
“Pensé que con la apertura del turismo interno iba a poder salir, pero no. ¡Esto es una contradicción!, ¡sólo para quienes puedan pagar un hotel y restaurant!”, enfatizó. Y continuó: “es totalmente incongruente; entiendo que esto de la pandemia es algo nuevo, que se procede mediante ensayo y error, pero en Salta no circula el virus, y mucho menos en el monte, en el campo. Es ridiculo que no pueda salir en mi bicicleta de la ciudad de Salta”
Su situación es similar a la de tantos. Como quienes tienen familiares en el interior de la provincia. Si alguien quiere ir visitar a sus abuelos en Cafayate, no lo puede hacer, salvo que pida una reserva en un hotel. O viceversa, quienes viven en Metán y desean visitar la casa del tío Alberto, en la ciudad Capital, están impedidos de hacerlo.
El problema radica en observar el turismo sólo en su aspecto económico. Y olvidar su esencia cultural y recreativa. Además, quienes viajan, aunque no se alojen en un establecimiento ni coman en un restaurant, compran alimentos, bebidas, artesanías; dinamizan la microeconomía.
EXCLUSION
El pasado jueves 11 de junio, el ministro de Turismo y Deportes, Mario Peña, junto a los presidentes del Foro de Intendentes, Daniel Moreno y de la Cámara de Turismo de Salta, Carlos Eckhardt, presentó el Plan de Turismo Interno “Descubrí tu provincia. Viajá por Salta”
Los turistas, para poder viajar, deben contar con una reserva previa en un servicio habilitado, tanto gastronómico como hotelero, cuya presentación a las autoridades competentes servirá como permiso de circulación.
REACTIVACION Y RECREACION
Con la temporada invernal encima, la apertura del turismo interno permitiría salvar la actividad económica. El 85 % de los visitantes eran de afuera, y sólo el 12 % local. La intención, en resguardo de empresarios y trabajadores del sector, es aumentar la oferta en espera de un incremento de la demanda.
Esto es excelente. Pero dejaron de lado que las mayorías salteñas, aunque no tengan entre 20 mil, 50 mil o cien mil pesos para gastar, también tienen el derecho a la recreación. Al turismo.