La alegre nena quedó internada con fiebre, vómitos e inédita agresividad. Ante el desconcierto de los médicos, la familia clamó ayuda espiritual. El Arzobispado envió a un sacerdote exorcista.
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Los padres de Blanca, quien tiene nueve años, aseguran que la milenaria práctica contra los demonios salvó a la niña. Por el contrario, las autoridades del Hospital Materno Infantil (HMI) desmintieron la cura espiritual.
En un comunicado, el HMI informó que Blanca fue “atendida conforme a los protocolos médicos y diagnosticada con meningitis viral, una afección tratada con éxito”
Pese a la información médica y el silencio de la Iglesia, extraoficialmente trascendió que el exorcista Ignacio de Loyola Pinto y de Sancristóval habría practicado el exorcismo, de acuerdo al ritual de la Iglesia Católica. El Arzobispado de Salta confirmó que Pinto y su par Héctor Fernando Campero son los únicos sacerdotes autorizados para el combate anti demoníaco.
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Para la familia, la diabólica posesión de la pequeña pudo suceder durante el velatorio de una familiar. Y considera que la intervención de Dios, a través del padre Loyola Pinto, logró la recuperación de Blanca.
Desde Jesucristo
El exorcismo es el conjuro espiritual realizado contra los poderes malignos. La práctica es detallada cuando Jesús expulsaba demonios y permitió que los apóstoles pudieran vencerlos.
“Expulsen demonios”, es el mandato citado, por ejemplo, en los libros de San Mateo (10:8) y San Lucas (10:17-20)
“Cuando la Iglesia pide públicamente y con autoridad, en nombre de Jesucristo, que una persona o un objeto sea protegido contra las asechanzas del Maligno y sustraída a su dominio, se habla de exorcismo. Jesús lo practicó (San Marcos 1:25-26). De Él tiene la Iglesia el poder y el oficio de exorcizar (Marcos 3:15; 6:7 13; 6,17)”, remarca la Iglesia católica.
El “Exorcismo Solemne” sólo puede ser practicado por un sacerdote y con el permiso del obispo. “El exorcismo intenta expulsar a los demonios o liberar del dominio demoníaco gracias a la autoridad espiritual que Jesús ha confiado a su Iglesia. Muy distinto es el caso de las enfermedades, sobre todo psíquicas, cuyo cuidado pertenece a la ciencia médica. Por tanto, es importante, asegurarse, antes de celebrar el exorcismo, de que se trata de una presencia del Maligno y no de una enfermedad”, dice el punto 1673 del Catecismo de la Iglesia Católica.
Exorcistas salteños
Hace dos años, el Arzobispado de Salta oficializó el “Ministerio del Exorcista”. Los creyentes pueden acceder al ritual para expulsar los demonios.
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“La Iglesia, mediante el Ministerio del Exorcista, tiene el poder de expulsar los demonios de una persona posesa realizando el rito del exorcismo. Para esta Arquidiócesis he designado a los padres Ignacio Loyola Pinto y de Sancristóval y Héctor Fernando Campero como tales”.
El arzobispo Mario Antonio Cargnello sostuvo: “El Demonio, sigue empeñado en alejar a las almas de Dios invitándolas, a través de la tentación, a pecar. Por eso podemos afirmar que ese es el peor de los males, y causa de tantos otros. A esto se lo suele denominar, ‘acción ordinaria del demonio’”.
Posesión demoníaca
Los “Exorcismos Solemnes”, según el Código de Derecho Canónico de la Iglesia, sólo pueden ser ejercidos por un sacerdote ordenado (o prelado superior), con el permiso expreso del obispo local, y “sólo después de un cuidadoso examen médico para excluir la posibilidad de enfermedad mental”. Las iglesias evangélicas también realizan exorcismos.
Entre las manifestaciones sobrenaturales enumeradas en el Ritual Exorcista se mencionan: “hablar lenguas extranjeras o antiguas de las que el poseído no tiene conocimiento previo; habilidades y fuerza sobrenaturales; conocimiento de cosas ocultas o remotas que el poseído no tiene forma de conocer; aversión a todo lo sagrado; y profusa blasfemia y/o sacrilegio”.
EL DEMONIO
El Arzobispado de Salta describió que el Demonio puede actuar de manera “extraordinaria” a través de la contaminación maligna de lugares, daños a personas o, en casos extremos, posesión.
FE EN JESÚS
La Iglesia enfatiza que la fe en Jesús y su victoria sobre el pecado y la muerte son la base de los exorcismos. Mediante estos, se busca liberar a los afectados y acercarlos nuevamente a Dios.
RITUAL
La práctica oficial del exorcismo se rige por el documento vaticano “De Exorcismis et Supplicationibus Quibusdam”