Pese a que el mundo vive una situación inédita en el último siglo, por un virus mortal que paralizó a la humanidad, en la provincia de Salta la violencia asesina goza de buena salud. Odio y muerte versus “quedate en casa”.
Y siguen los crímenes. Un hombre de 37 años recibió una fatal cuchillada en el abdomen, por el pueril motivo de un cabrito mordido por un perro.
Con los hechos consumados, el fiscal penal Gonzalo Vega, interino en la Fiscalía de la Unidad de Graves Atentados de Tartagal, es el responsable de la investigación del homicidio ocurrido el jueves por la tarde en la localidad de Coronel Juan Solá. La víctima, identificada como Vicente Pino, falleció por shock hipovolémico (desangrado) por herida de arma blanca en zona abdominal.
Ni la Policía ni el fiscal tuvieron que trabajar demasiado. Un hombre de 58 años llegó a la comisaría de Morillo, dijo que había matado a su vecino y entregó el arma asesina.
Animales
De acuerdo a la información oficial – hasta el momento el propio relato del presunto homicida – el crimen fue por un cabrito que se cruzó de terreno. El inofensivo caprino, buscando mejores pastos, avanzó a la propiedad de Vicente Pino. Ante la inocente intrusión, un perro perteneciente a éste lo atacó y mordió en una pata.
El dueño del cabrito le reclamó al dueño del can, discutieron, se acaloraron, ninguno entró en razones, hasta que propietario del caprino sacó un cuchillo y reemplazó las palabras por la muerte.
El viernes fue imputado como autor del delito de homicidio simple. En tanto, se cumplen las diversas medidas probatorias solicitadas por el fiscal penal Gonzalo Vega. Un hombre muerto y otro preso por una estupidez.